CARTAGENA (EUROPA PRESS). "Europa no produce los productos del Campo de Cartagena, pero los demanda. Con la crisis sanitaria se abre una oportunidad de ganar y consolidar mercados", tal y como manifiesta el economista Alberto del Villar, doctor del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de Alcalá de Henares y co-autor de la investigación Valoración Económica de las actividades agrarias en el Campo de Cartagena.
El trabajo académico concluye que las exportaciones agroalimentarias con origen en el Campo de Cartagena son responsables de la evolución positiva de la balanza comercial de la Región de Murcia en relación a la Unión Europea, principal destino de los productos transformados por la industria alimentaria en la comarca, según informaron fuentes de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena.
El estudio, encargado por la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena al Instituto del Agua y las Ciencias Ambientales (IUACA) de la Universidad de Alicante, ha sido elaborado junto con los profesores Mª Inmaculada López Ortiz, Catedrática del Departamento de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante y Joaquín Melgarejo, catedrático del Departamento de Análisis Económico Aplicado y director del Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante.
Según Del Villar, el sector primario es "esencial" y no se ha visto perjudicado "por ahora" por los cierres de fronteras. "Afortunadamente, los confinamientos y limitaciones de movilidad no incluyen mercancías esenciales", explica.
En ese sentido, el experto admite que la cifra de exportaciones es difícil de cuantificar ya que "puede variar de un producto a otro y de un año al siguiente". "Hay variedades que se cultivan exclusivamente para mercados internacionales, en tanto que otras variedades atienden a la demanda nacional", precisa.
Según el economista de la Universidad de Alcalá, es significativo la importancia que se da a la actividad inversora en procesos de I+D+i que han situado a la agricultura del Campo de Cartagena como una de las más competitivas del mundo. "Superan la media nacional y reflejan un relevante dinamismo económico", detalla.
Es por ello que el Campo de Cartagena ha generado un ecosistema económico que sirve de polo de atracción para inversión de capital nacional y extranjero. "Esto no solo propicia mano de obra muy cualificada, sino también instalación de empresas muy especializadas con un grado de tecnificación elevado", explica.
Al mismo tiempo, esta elevada inversión en tecnología se manifiesta en una alta eficiencia, mejora de la productividad y una reducción de la contaminación, lo que supone un "campo de pruebas" muy dinámico para la Región. "Las antaño pequeñas industrias poco tecnificadas que suministraban a los productores agrarios han tenido que innovar y concebir mejores productos", asegura el economista.
A su vez, el estudio constata que la demanda de productos de la Región es muy superior a la oferta, lo cual facilita procesos de integración vertical "únicos en España". "El titular de la explotación se integra en la industria alimentaria y en la cadena de distribución, mejorando su renta", explica del Villar.
Asimismo, la competitividad de los productos locales y su liderazgo internacional permite buscar rentas adicionales a los titulares de las explotaciones e integrarse en la cadena de valor de sus productos.
Por último el economista considera que hoy por hoy no existe alternativa al regadío. "Las actividades agrarias son la columna vertebral de un tejido económico muy débil, el impacto económico directo e indirecto de esas actividades es muy significativo y no parece que pueda existir una alternativa en el corto plazo", finaliza.