Euro-visión

Berlín fue el escenario donde se pretendía dar una bienvenida preliminar Finlandia y Suecia, que habían anunciado días atrás su ingreso en la OTAN, para garantizar su seguridad frente a gobierno del Kremlin. La línea imaginaria de defensa atlantista en el norte de Europa cobraba realidad, con 3.500 kilómetros de frontera finesa armada con uñas y dientes, y otro tantos en la retaguardia sueca. Corría el Año II d.C. -después de la covid- y aquella primavera iba a ser más caliente de lo normal.

El secretario general Adjunto de la OTAN, Mircea Geoană, estableció las prioridades de una Reunión Informal de Ministros de Relaciones Exteriores dos días en Berlín. "Estamos en un momento de cambios significativos en la seguridad europea, y la OTAN se mantiene fuerte en apoyo a Ucrania y en la defensa de los mil millones de personas que viven en nuestras Naciones Aliadas", dijo. Y avanzó  a continuación el esperado anuncio: "Ayer por la noche, se nos unieron los Ministros de Relaciones Exteriores de Suecia y Finlandia".

Mientras tanto, una delegación de parlamentarios europeos viajó a Kiev, donde escuchó las demandas de los líderes ucranianos: Queremos más armas para combatir la invasión de Rusia. Ucrania es un país europeo, con nuestra historia y mentalidad… El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, lanzó un claro mensaje a los países de la UE escépticos ante la perspectiva de que Ucrania se una al club: "Estamos luchando por los valores europeos y dispuestos a dar nuestra vida por eso".

Entre líneas se oían voces de alarma frente a la necesaria ayuda económica para l reconstrucción del país. “En el punto más bajo, según las encuestas de opinión, más de la mitad de los ucranianos perdieron su trabajo o no pudieron trabajar. Y eso significa que no hay impuestos, eso significa que no hay servicios públicos en Kiev”, insistió el alcalde.

—Recuerdo estas crónicas, David. El Gobierno de La Unión había aprobado un apoyo presupuestario. Todos los proyectos y programas de la UE se habían reorientado para apoyar la resiliencia de Ucrania.

—Lo sé, Laura. Pero creo que hubo cierta ambigüedad al comienzo de la guerra, porque era un tema generalmente impactante que requería una fuerte transformación. Luego fueron por buen camino.

—A mi entender, tardaron demasiado. Las sanciones estaban lejos de las expectativas de Ucrania, por supuesto, y no estaban conduciendo a un aislamiento lo suficientemente rápido de Rusia, ya que para ello necesitarían acercarse al final dela guerra.

—Económicamente ls sanciones tarde en producir efectos, Laura. Lo que sí fue efectivo para mantener una guerra interminable fue el apoyo logístico de armamento. La viceprimera ministra de Ucrania, Olha Stefanishyna, fue explícita en su petición a los líderes de la Unión Europea. Les dijo. "Necesitamos todo, desde aviones de combate hasta defensa aérea… Necesitamos tanques, necesitamos sistemas de artillería, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y equipo personal. Porque, lamentablemente, Rusia tiene mucho… No podemos hacer esto con las manos vacías".

—Déjame que re recuerde, David, que la ayuda en armamento fue importante y rápida. Definitivamente, estaba llegando en cantidades mucho mayores y mucho más rápido que al principio... No se trataba de decepción, sino de alentar a hacer más y con la mayor urgencia posible. Aunque hubo voces como de Ivanna Klympush-Tsintsadze, presidenta del comité parlamentario sobre la integración de Ucrania en la UE, que manifestó su decepción con las armas que proporcionaba Occidente.

Y, mientras Ucrania continuaba su batalla contra Rusia, el presidente francés Emmanuel Macron proponía una nueva "Comunidad Política Europea", que podría incluir a países no miembros de la UE, como Ucrania y el Reino Unido… Macron, futuro líder de La Unión, se erigía como “imperator” y lanzaba al aire su “euro-visión”, su visión de lo que podría ser el TerritorioEuropa.