VALENCIA. Un reciente estudio de investigación ha dado con la manera de detectar rápidamente el Virus del Nilo Occidental en mosquitos, si necesidad de esperar varios días y su análisis en un laboratorio convencional. Este estudio denominado ‘Acelerar los esfuerzos específicos de control de mosquitos mediante la detección móvil del Virus del Nilo Occidental’ se ha llevado a cabo por parte del Departamento de Investigación y Desarrollo de Lokímica; el laboratorio Nacional de Virología del Centro de Investigación de Szentágothai de la Universidad de Pécs en Hungría; el Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Pécs en Hungría, y el Grupo de Investigación de Parásitos y Salud del Departamento de Farmacia, Tecnología Farmacéutica y Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valencia.
Se trata de un hito en la detección del Virus del Nilo Occidental. Hasta ahora se habían implementado diferentes estrategias de control de mosquitos para mitigar o prevenir situaciones de salud pública relacionadas con los mosquitos. El control moderno de los mosquitos se basa en gran medida en múltiples enfoques, incluidos tratamientos específicos y selectivos. Por ello, resulta cada vez más importante complementar estas actividades con capacidades de diagnóstico rápido y móvil de enfermedades transmitidas por mosquitos. El objetivo principal es que un técnico pueda llevar el material al lugar concreto de análisis y, en 2-3 horas, saber si esos mosquitos están infestados con Virus del Nilo. De esta manera no tienen que pasar varios días, desde que se recogen las muestras y se llevan al laboratorio, hasta que se concluye si los mosquitos están infestados. “Nuestro objetivo era crear y probar la aplicabilidad de un sistema de diagnóstico rápido para el Virus del Nilo Occidental y que pueda usarse en condiciones de campo reales de los programas de vigilancia que las administraciones llevan a cabo en España”, ha explicado el director técnico de Lokímica España y uno de los investigadores que ha publicado dicho estudio, Rubén Bueno.
El trabajo, que se llevó a cabo en trampas instaladas en municipios de Sevilla, Cádiz, Málaga, Valencia y Castellón, ha consistido en el procesamiento de 356 individuos de mosquitos que representan 7 especies distintas de estos vectores. Los ejemplares se aglutinaron en grupos o pools de una misma especie, y fueron analizados para detectar la presencia del Virus del Nilo Occidental. Dos de estos pools dieron positivo y contenían muestras de las especies de mosquitos Culex pipiens (principal vector del virus en Europa) y Anopheles atroparvus (principal vector de la malaria también en el viejo continente).
El también entomólogo y Responsable del Departamento de Investigación y Desarrollo de Lokímica, Rubén Bueno, ha asegurado que “la rápida identificación de mosquitos infectados es el componente más importante de los tratamientos adulticidas o larvicidas de respuesta rápida para prevenir casos en humanos”.
El virus se transmite a los humanos a través de la picadura de un mosquito infectado. El mosquito contrae el virus al picar a un ave infectada. Luego, el virus se replica en el cuerpo del mosquito y se transmite a los humanos cuando el mosquito los pica, a través de la saliva que el insecto inocula a las personas. Puede causar fiebre, dolor de cabeza, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, inflamación de los ganglios linfáticos o erupción cutánea. En casos graves, el virus del Nilo Occidental puede provocar enfermedades neurológicas como encefalitis o meningitis.
Fue descrito por primera vez en el continente en 1960. Desde entonces, el virus ha aparecido en muchos países europeos como Francia, Chipre, Portugal, Hungría, etc. En España, la región más importante de circulación del Virus del Nilo Occidental es la parte sur del país, donde se registraron múltiples brotes según los datos de la última década. El año 2020 fue excepcional para la actividad del virus, cuando se produjo una destacada epidemia en el sur de España, que afectó fundamentalmente a Andalucía y Extremadura, causando 77 casos humanos y 8 muertes. En los últimos años también se han determinado casos humanos en Catalunya y la Comunitat Valenciana. Hoy en día, se considera una zoonosis endémica en buena parte de Europa, a la que las autoridades sanitarias de los diferentes países afectados deben hacer frente a través, fundamentalmente, de implementar eficientes programas de vigilancia y control de los mosquitos vectores.