MADRID (EP). Estimular el emprendimiento juvenil, apostar por la digitalización de la economía o impulsar el papel asociacionismo para integrar a la juventud en los procesos de toma de decisiones, son algunas de las alternativas que pueden ayudar a garantizar la supervivencia de las zonas rurales y mejorar la calidad de vida de la juventud rural. Estas son algunas de las conclusiones del estudio 'La juventud es más que una palabra', realizado por la Red Española de Desarrollo Rural (REDR) con el objetivo de formular conclusiones y recomendaciones que sirvan para reforzar el papel de la juventud rural de sus territorios.
En el estudio se admite que a la complicada situación que atraviesan los jóvenes, se ve agravada en las zonas rurales por problemáticas endógenas como el envejecimiento de la población o la brecha digital. Por ello, los autores del estudio consideran necesario cambiar el paradigma de desarrollo y sostenibilidad y apostar por nuestra juventud "sin perder más tiempo".
En primer lugar, ven necesario reforzar el emprendimiento juvenil como principal vector de desarrollo socioeconómico y el medio rural ofrece "infinidad de oportunidades" de emprendimiento para todos los sectores, especialmente para aquellos centrados en la sostenibilidad y la oferta de servicios de calidad.
Para ello, siempre según el estudio, es necesario apoyarse en la digitalización de la economía y en garantizar una cobertura de banda ancha en todo el territorio, lo que generará "un espacio óptimo para la innovación y el desarrollo de nuevas actividades económicas".
Para reactivar e impulsar el regreso de los jóvenes al territorio, es necesario asegurar su participación activa en los procesos de toma de decisiones, a través del fortalecimiento del asociacionismo y el trabajo en red. En este sentido, el estudio apunta tres vías principales de participación: integrarse en el grupo de acción local
como asociación conformada; recibir apoyo para la creación de una asociación y solicitar apoyo para el desarrollo de iniciativas o proyectos de emprendimiento.
En cuanto a las políticas públicas, el estudio constata su existencia pero considera que son insuficientes. Asimismo, la transferencia de competencias en materia de juventud a las comunidades autónomas ha provocado un alto grado de variabilidad en su marco normativo, la organización administrativa y la ejecución de políticas de juventud.
El estudio de REDR analiza las líneas comunes de los programas de juventud desarrollados por las CCAA, así como el marco normativo y la legislación existente, los planes o estrategias de juventud puestas en marcha a nivel regional, con el fin de crear un catálogo sistematizado, actualizado y comparado de recursos disponibles para la juventud rural.