MURCIA En estos días belenes, usted nos ha montado el suyo muy particular. Es cierto que en estas tierras llevábamos años temiéndonos lo peor y ahora nos lo confirma. Dos meses, dos, con trasvase cero se nos antoja el peor de los presagios: el cierre definitivo de una gran obra ya mencionada en el reinado de Alfonso XIII y encomendada en la II República, construida en pleno franquismo e inaugurada en los primeros años de la Democracia. Han pasado cuatro décadas desde que comenzó a discurrir el agua por sus canales que, como ve, han conocido varios regímenes y desde su apertura diferentes partidos en el Gobierno. Y usted nos sorprende desde el socialismo con un anticipado cerrojazo.
Siempre pensé señora Ribera que precisamente el socialismo que representa abogaba por el reparto de la renta; pero por lo que nos demuestra, ese principio debió instruirse un día en el que no estuvo en clase. Siendo jurista como es no soy quién le dé lecciones, pero estaría bien que las repasara y para ello aplique algo de sentido común.
Argumento como el suyo, señora, de que sin agua para regar recuperaremos el Mar Menor es cuanto menos endeble por no decir completamente falaz. ¿Tendrá su conciencia tranquila diciéndole a los agricultores de Alicante o Almería -o los de la murciana Vega Media- que son ellos los responsables de la nitrificación de la laguna? Sigo perplejo y por más vueltas que le doy -permítame la forma chusca de decirlo- no sé qué tendrán que ver el culo con las témporas.
Lo cierto es que estos días que debían ser de optimismo son tristes para quienes tienen depositada en la agricultura toda su riqueza; el empleo, el sustento de los suyos. ¿Qué alternativa nos deja?
Le pregunto, ministra, si no es el cierre del Trasvase el regalo que le hace por Navidad a sus compañeros de Castilla-La Mancha para que los barones en la comunidad vecina no le pongan demasiado problema en la negociación con los republicanos catalanes. Si así fuera he decirle que es imposible mayor traición a una tierra que contribuye decididamente en la balanza comercial del país.
En la calle se encontrará con los agricultores, apoyados por los que no lo somos; y en los tribunales con todos los argumentos jurídicos en su contra.
Poco más le digo, señora, salvo desearle la misma Navidad que usted va a propiciar a quienes les va a quitar su modo de vida.