CARTAGENA. La sentencia condenatoria por prevaricación y falsedad documental a Pedro Antonio Sánchez, alias PAS, ha causado malestar y desconcierto en las filas del PP. Una vez que la imputación de fraude decayó, muchos de sus dirigentes albergaban la esperanza de que resultase absuelto. En efecto, los delitos residuales ya no cabían en el temido epígrafe de corrupción, palabra que aparece en el diccionario, pero no en el código penal. Casi todos los partidos se habían puesto de acuerdo en que era necesario que hubiese lucro para que pudiera hablarse de corrupción. En los dos últimos años el PSOE llevó a cabo una impresionante campaña propagandística a favor de la tesis de que no había corrupción sin lucro. Para convencer al respetable de que los condenados por malversación en el caso de los ERE de Andalucía eran inocentes, repitieron machaconamente la consigna "no se llevaron un euro". Y algo parecido hicieron los separatistas catalanes para defender a los acusados de haber destinado dinero público a financiar el golpe sedicioso de 2017. Tuvieron tanto éxito que incluso lograron que el gobierno español, un tripartito del PSOE, el PSC y Podemos, reformase el código penal para disminuir las condenas por malversación si no había lucro personal directo.
"PAS no cometió ningún delito de corrupción. Lo que hubo, según la sentencia, fue una monumental chapuza"
En ese contexto, impulsado, hay que insistir, principalmente por la izquierda y los separatistas, PAS no cometió ningún delito de corrupción. Lo que hubo, según la sentencia, fue una monumental chapuza en la que se omitieron algunos trámites imprescindibles con el único objetivo de acelerar la construcción del auditorio y justificar que se había terminado la obra. Pero nadie se enriqueció, ni hay indicios de cohecho o de malversación. En suma, la subvención de seis millones se dedicó a lo previsto, aunque se hizo de forma inapropiada e insuficiente. Veremos qué nos depara el recurso de casación ante el Supremo, pero mientras tanto solo cabe desearle a PAS lo mejor en el plano personal (igual que el tibio se lo deseó al presidente socialista Griñán) y especular acerca de las posibles consecuencias electorales de la sentencia.
Un factor importante es que habrá elecciones autonómicas y municipales en un pis-pas, dicho sin segundas. Lo normal es que el partido más afectado sea el PP. Un factor de alivio es que los hechos enjuiciados ocurrieron hace quince años (cualquier posible sospechoso no imputado posiblemente quedaría impune por prescripción), pero la oposición se encargará de mantenerlo en primer plano a lo largo de los siguientes meses. Así, aunque sea un tema antiguo, no carecerá de actualidad. También cuenta que hubo una relación directa entre PAS y el presidente Miras. Descartando otros posibles candidatos, como Garre, que había sido presidente regional, y Jódar, que había sido alcalde de Lorca, fue PAS quien avaló la candidatura de Miras. Es cierto que el ahora presidente lleva años navegando políticamente por su cuenta, y con mejores resultados de lo que sus detractores anunciaban, pero la oposición también se encargará de resaltar aquel vínculo de origen.
"los votos que pierda el PP a raíz de la sentencia irán a la abstención o a Vox"
En consecuencia, es posible que esta sentencia le cueste algunos escaños regionales al PP. ¿Los suficientes para que pierda las elecciones? No es nada probable. Es extraordinariamente difícil que haya transferencia de votos entre los dos bloques operativos en la política regional, el conformado por PSOE, Podemos, IU y Más Región de un lado y por PP y Vox por el otro lado. Y las actuaciones del gobierno español, actuando contra el trasvase del Tajo y pactando con los separatistas, bloquean aún más esa transferencia. Por consiguiente, los votos que pierda el PP a raíz de la sentencia irán a la abstención o a Vox. No obstante, la suma de los escaños del PP con los de Vox seguirá bastando para asegurarse el Gobierno regional. El número crítico es veinte escaños. Si el PP no logra alcanzarlos, su dependencia de Vox se acentuará hasta el punto de que sus dirigentes podrían exigir sustituir a Miras por otro miembro del PP al frente del Gobierno, o pedir la Alcaldía de Murcia a cambio de mantener a Miras en la Presidencia.
Ahora mismo Antelo y Gestoso están dándole vueltas a este tipo de análisis, pero todavía es pronto para que fijen una línea definitiva. Hay que tener en cuenta que también están en juego otras alcaldías importantes, como la de Cartagena y la de Lorca. En la ciudad portuaria, las encuestas prevén un resultado muy ajustado entre el cantonalista López y la pepera Noelia. En ese escenario, no solo serán determinantes los concejales de Ana Belén, sino también los de Salinas, el prudente candidato de Vox. Y en Lorca está por ver a qué conducirá la destitución de Morales, el concejal de Ciudadanos (Cs) que hasta ahora completaba la mayoría favorable a Mateos, el alcalde socialista. De ese modo, las Alcaldías de las tres principales ciudades de la Región están ahora mismo en juego y los resultados de Vox pueden ser decisivos para la quiniela final.
Si esto hubiese ocurrido hace cuatro años, los principales beneficiarios habrían sido los miembros de Cs. Sin embargo, ahora es dudoso que logren capitalizar la iniciativa que adoptaron de exigir la dimisión de PAS para apoyar al PP. Un análisis en abstracto y puramente racional induciría la creencia de que Cs tiene que verse beneficiada por esta sentencia, pero la gente no se mueve solo por razones sino también por emociones y sensaciones. Y lo cierto es que ahora mucha gente piensa que Cs ha entrado en una espiral decreciente sin remedio. Se ha vuelto frecuente que sus cargos públicos se desentiendan de su partido y opten por acercarse a otras formaciones o las promuevan ellos mismos. Si comparamos su situación en 2019 con la actual el resultado es demoledor. Tenían seis diputados, varios consejeros y participaban en los gobiernos de Cartagena, Lorca y Murcia. Ahora solo conservan dos diputados, distantes además de la dirección regional, han salido del gobierno de Lorca, el concejal de Cartagena ha anunciado que no se presentará con las siglas Cs, y el de Murcia está enfurruñado con el alcalde socialista que él mismo nombró. Con esos mimbres va a resultar difícil que Cs logre varios escaños a costa del PP, lo que podría cambiar incluso el color del siguiente gobierno. Pero no es imposible. Recordemos al ave Fénix.
Tras todos estos argumentos hay que formularse tres preguntas: ¿a quién beneficia lo de PAS?, previsiblemente a Vox; ¿y a quién perjudica?, previsiblemente al PP; ¿y cuál es la duda? Si Cs logrará aprovechar la sentencia.
JR Medina Precioso