MURCIA. La crisis ha afectado a todos los sectores empresariales, entre ellos al sector de la limpieza. Este sector esencial está sufriendo las consecuencias económicas por el cierre de empresas, colegios y oficinas, aunque su actividad no ha cesado ya que se encuentra directamente relacionado con el éxito en la lucha contra el Covid-19.
Este hecho ha dividido en dos a las empresas de este sector puesto que la parte destinada al sector privado o particular ha sentido una buena reducción de sus ingresos, mientras que la del ámbito público ha registrado una elevada demanda en sus tareas de desinfección para reducir los posibles contagios del coronavirus.
En la Región de Murcia, más de 80.000 personas se dedican al sector de la limpieza, aunque actualmente, gran parte de esta cifra está en un ERTE o ha preferido quedarse en casa por miedo al contagio, informan desde el sindicato Comisiones Obreras. “Nos hemos quedado con los trabajadores que estaban dispuestos a seguir. Estamos trabajando ahora mismo 12 personas”, informa María del Mar García, una de las responsables de Limpromur.
Este sector de vital importancia está permitiendo controlar la expansión de los contagios. Los trabajadores limpian y desinfectan los hospitales y centros de salud, y se posicionan en primera línea de batalla como los médicos, enfermeros o auxiliares. Todos con un mismo objetivo: hacer frente al virus.
A pesar de la reducción del trabajo, los limpiadores no paran. Muchas empresas han solicitado un refuerzo de limpieza y los protocolos han cambiado con el objetivo de conseguir una desinfección absoluta. De esta forma, las empresas y colectivos pueden continuar con su actividad de una forma segura para sus trabajadores.
Para hacer frente a los diferentes escenarios, el sector de limpieza está aumentando sus actividades para conseguir tareas de limpieza más completas y seguras. “Hemos ofrecido a las comunidades una desinfección en las escaleras de un edificio con Ozono, si se diera en este algún caso positivo de coronavirus. Debe haber un compromiso por parte de los vecinos porque no pueden salir hasta que no terminemos”, explica García.
Este periódico se ha puesto en contacto con una de las limpiadoras que está en primera fila haciendo frente al Covid-19 y protegiendo a los demás de posibles contagios.
“Estoy desde las 8:00 horas hasta las 16:00 horas limpiando y estoy en zona de riesgo constantemente. Ahora mismo estoy en un centro de salud e intento mantener una distancia con los pacientes que entran. Siempre estoy pendiente para que se pongan la mascarilla y los guantes”, relata Manuela Martínez, limpiadora de Sercomosa.
Esta labor siempre ha sido importante, pero ahora está empezando a adquirir el reconocimiento merecido. “Es una situación difícil y desconocida. Mentiría si no dijese que no siento miedo, pero al fin y al cabo cuando sales a comprar al supermercado o a la calle también estamos en riesgo. Tenemos que aprender a convivir con el virus”, expresa Manuela Martínez.
Estos trabajadores deben de protegerse igual de bien que un médico o enfermero al encontrarse en el foco de infección. “Nuestra empresa nos proporciona todo el material sanitario que necesitemos. Yo me pongo dos mascarillas, una de filtro y sobre ella una quirúrgica. Además, llevo un mono, y encima de él una bata de plástico. También llevo dos o tres guantes y unas gafas para protegernos completamente del virus”, informa Martínez.