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la zona se llena de gente

El renacer del Polígono de Santa Ana: el residencial que dejó de ser una ciudad- dormitorio

10/02/2020 - 

CARTAGENA. La expansión de las ciudades ha sido un fenómeno que ha marcado la evolución social de todas las poblaciones. Un fenómeno especialmente acentuado en España. El proceso comenzó durante la dictadura de Franco y posteriormente se aceleró con el inicio de la democracia. Nacieron entonces las ciudades dormitorio, pensadas únicamente para dormir, con casas más baratas y un lugar en el que retirarte lejos del ajetreo de la ciudad. Así nació el Polígono Residencial Santa Ana, sin colegios ni supermercados, con pocos comercios y tan sólo con el Polideportivo como instalación con cierta entidad para atraer al público de la zona.

Sin embargo, lo que empezó siendo un lugar en el que dormir pero donde apenas se hacía vida, ha pasado a tener un bullicio desconocido diez años atrás. Ya proliferan los bares, los parques y las plazas se llenan los fines de semana.  Hasta es complicado en ocasiones encontrar una mesa en la que sentarte a comer. La ciudad-dormitorio se ha convertido en un barrio más en la ciudad Trimilenaria, atrayendo a gente incluso de Los Dolores o el Bohío, barrios colindantes que han visto en el Residencial Santa Ana un lugar en el que pasar su tiempo de ocio sin necesidad de usar el coche para ir a Cartagena o a los centros Comerciales cercanos.

Este proceso comenzó con la construcción de dos colegios en el mismo Polígono. Tanto el Narval como el Miralmonte han hecho que las pandillas de amigos ya no sean entre jóvenes de Cartagena y de Santa Ana, sino que todos son vecinos, lo que propicia que los planes no siempre sean ir a la ciudad. Es habitual ver a la gente en el Polideportivo haciendo deporte o simplemente sentados en los bancos o en los bares de polígono. Una juventud que ha crecido en sus calles y siente el Polígono de Santa Ana como su casa y no sólo un lugar en el que dormir. El extenso parque justo detrás del Polideportivo, sirve de zona de esparcimiento para aquellos runners que prefieren correr por un parque o para aquellos dueños que aprovechan para pasear a sus perros, una estampa cada vez más habitual en las ciudades.

Lejos quedan aquellos tiempos en los que los intentos de crear un centro comercial fracasaron estrepitosamente. Aunque la estructura sigue vigente, el que fuera centro comercial fue cerrando poco a poco hasta quedar algún local testimonial. El supermercado Champion, toda una novedad en su momento, terminó por fracasar hasta cerrar. Quedó entonces el Residencial sin un supermercado. Una necesidad que el Mercadona de Los Dolores, a apenas cinco minutos en coche del Polígono de Santa Ana, ha subsanado.

A ese sentimiento de pertenencia ha ayudado también la creación de la Escuela de Fútbol, fundada por los exjugadores del Cartagena FC Paco Sánchez, Pedro Cordero, Isidoro García y Requena. No es baladí este dato, ya que el deporte suele ser un conducto por el que se empieza a crear la identidad de un territorio. Es habitual ver bullicio los fines de semana, donde se suceden los partidos durante los sábados y domingos.

Las fiestas populares del Polígono de Santa Ana, que en 2019 celebraron su cuarta edición, han terminado por asentar la vida en la zona. Los bares sacaron sus barras y se cortaron calles, permitiendo que la gente inundara las principales avenidas. Restaurantes como el Madavala, de apenas un par de años de vida, agotaron existencias, en unas ‘juergas’ que se prolongaron hasta altas horas de la noche.

La falta de espacios para los niños ha impulsado este tipo de residenciales, en el que los precios de las casas no distan mucho del de las grandes ciudades y que cuentan con zonas en las que los niños puede disfrutar en la calle sin el peligro que encuentran en una zona urbana como el centro de Cartagena. El Residencial Santa Ana ya no es una ciudad dormitorio. Tiene vida propia. Es el renacer de la antigua ciudad-dormitorio.

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