CARTAGENA. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Cartagena aprobó en su sesión de ayer ampliar la concesión de las instalaciones que ahora ocupa el Real Club de Regatas de Cartagena a dicha asociación por dos años, lo que supone un gran espaldarazo en su plan de saneamiento económico, iniciado este pasado verano con la llegada a la presidencia de la entidad de Gabriel López y su nueva junta directiva.
Las instalaciones, recordemos, cuentan con la zona portuaria comprendida por seis pantalanes y capacidad para más de 250 embarcaciones que son gestionadas íntegramente por el RCRC y que supone una importante fuente de financiación -con tarifas que llegan hasta los 6.800 euros al trimestre en temporada alta para los catamaranes de más de 20 metros-, pero también el propio club de regatas, con recepción, oficinas, restaurante, gimnasio, terrazas y vestuarios socios; una piscina de uso para los socios, escuela de vela, escuela de buceo, surtidor de carburante y una grúa varadero.
Una vez que el RCRC ha conseguido dos años de prórroga se pondrá en marcha el proyecto de mejora de sus instalaciones, para el que llevan tiempo trabajando y que debe suponer un impulso en la eficiencia de los servicios ofrecidos tanto a sus socios como a sus clientes.
En octubre pasado el presidente solicitó dicha ampliación de la concesión administrativa en su día otorgada para 'Edificio de Club Náutico y Escuela de Vela y terrenos adyacentes en zona de dársena deportiva' y desde la APC mostraban cierta predisposición para aceptar dicha propuesta: "Somos conscientes de la importancia de los más de 800 socios del Real Club de Regatas, donde se aúnan tradición y pasión por el puerto, el mar y Cartagena", aunque aclaraban, por otro lado, que para que esto se pudiera producir el propio club debía solventar la situación de déficit para concesionar o contratar con la administración pública.
Y eso es lo que ha tratado de hacer durante los últimos meses la nueva directiva liderada por López. Con las cuentas anuales y un patrimonio neto negativo podían presentarse a la renovación de las concesiones. La Autoridad Portuaria lo habría rechazado porque no cumplían con la ley. "Si no tenemos la dársena ni edificio, este club no tiene futuro", decía el presidente en una entrevista a Murcia Plaza.
Fue el mismo dirigente quien explicaba que el pasado 2022 el club perdió 10.000 euros y el año anterior fueron 30.000. A eso hay que añadir los cursos anteriores, también de pérdidas. De ahí que el RCR Cartagena tuviese un patrimonio neto negativo. Por otro lado, debería al 31 de diciembre 230.000 euros. Con lo cual, el agujero o defecto era de 130.000 euros. Así se aprobó que socios abonases 450 euros al fondo social y con esta solución habría dinero para rellenar el defecto de balance de 130.000 euros y las pérdidas.