CARTAGENA. Hace un año todo era diferente. Febrero no nos hacía, al menos en estas fechas de mes, presagiar lo que nos iba a caer encima. Somos otras personas que perciben la realidad de manera bien distinta en todos los ámbitos posibles: familiar, social, sanitario, laboral o político.
Se cumple ahora un año exacto desde que Manuel Torres cogiera las riendas del PSOE de Cartagena, meses después de que su antecesora y alcaldesa, Ana Belén Castejón fuera expulsada del partido por pactar con PP para gobernar en la ciudad. Aquello supuso un auténtico terremoto en un grupo cohesionado y consolidado. La salida de los concejales que habían pactado llevó también a una cascada de bajas en el partido, menguando su capacidad y fortaleza y ofreciendo una imagen de división y crisis.
Torres, un hombre de decididas convicciones progresistas, aceptó el reto sin vacilar, a sabiendas que le tocaba bailar con la más fea. El año no ha sido ni mucho menos como podía esperar, pero ha aguantado el temporal y, como él mismo dice, "aquí seguimos". La sombra de Castejón dejó de ser alargada hace tiempo, y la nueva ejecutiva ha tratado de sacudirse ese estigma que les pesó tiempo en sus espaldas para, desde la segunda o tercera línea, tratar de sobrevivir y mantener su mensaje.
"La forma de hacer política con la pandemia ha cambiado", explica Torres, quien no solo es el referente del socialismo en Cartagena, sino que se ha convertido en una de las personas de más peso y a las que más tiene en cuenta Diego Conesa, el secretario general del PSRM. "La calle es nuestro eje principal de acción, pero las circunstancias mandan y no la tenemos. Nos hemos tratado de reinventar", apostilla.
Hubo gente que abandonó el partido tras la expulsión de Castejón y ahí es donde el PSOE de Cartagena ha tenido que reagrupar sus filas para evitar la sangría "a partir de entonces, los militantes hemos hecho piña. Los cinco secretarios generales están trabajando muy bien, los militantes están respondiendo. Poco a poco vamos saliendo de ese túnel en el que nos metimos en su día y conseguimos ver la luz".
Hay gente que ha dicho que Ana Belén Castejón quiere volver al partido. ¿Si estuviera en su mano, qué haría? "Esa decisión yo no la tomo, es una determinación que aplica la Ejecutiva Federal", explica Torres, algo cansado de dar explicaciones continuamente sobre este asunto. "Yo no adopto esas resoluciones, igual que no las tomé cuando la echaron y esto demuestra que el partido está por encima de los secretarios generales, que entramos y salimos. Lo que queda es el PSOE".
"Yo no adopto esas resoluciones (la hipotética vuelta de castejón al psoe), igual que no las tomé cuando la echaron y esto demuestra que el partido está por encima de los secretarios generales".
Trabajan, afirma, en dos frentes abiertos, uno externo: enganchar a los progresistas de Cartagena con el hándicap de no tener el altavoz que les da la representación municipal y otro interno: captar a los militantes perdidos "y eso lo hemos conseguido, fomentando la participación", aclara.
Pronto se cumplirán dos años fuera del debate municipal dentro del Pleno del Ayuntamiento "y aquí seguimos, más fuertes y cohesionados que nunca", por lo que tratan de convencerse de que esta desventaja puede ser una oportunidad. "Vemos los plenos municipales, pero solo hay greña y ninguna solución", dice Torres, quien habla del último pleno como ejemplo. "Duró 12 horas y todo se quedó en que hay que pedir la dimisión o no José López".
"Carecemos de voz en el pleno" explica "pero también lo vemos como una oportunidad para oxigenarnos. La institución te envuelve tanto a veces, que pierdes la percepción real de la gente y la cercanía que el PSOE no puede ni debe abandonar. La crispación es lo que impera ahí dentro", apostilla.
"La institución te envuelve tanto a veces, que pierdes la percepción real de la gente y la cercanía que el PSOE no puede ni debe abandonar. La crispación es lo que impera ahí dentro".
Ser rápidos para aprobar los presupuestos "es importante, pero también tienen estos deben ser buenos. El proyecto tiene que estar acorde con la realidad. Se incrementa el gasto en Servicios Sociales, pero hay muchas carencias. Se han cargado los Presupuestos Participativos y eso es un atraso. Es algo que no entendemos porque la participación y descentralización es clave. Con un Ayuntamiento descentralizado se miraría más allá de San Miguel", piensa el secretario general de los socialistas.
El pacto tripartito supondrá en breve una alternancia en la alcaldía. Noelia Arroyo se convertirá en nueva alcaldesa y Castejón pasará un segundo plano con la vicealcaldía. No obstante, reflexiona Torres, este cambio nunca se ha producido. "La derecha ha vuelto y se demuestra en este último presupuesto aprobado. Denota que quien gobierna desde el primer día de esta legislatura es el PP".
No ha dejado de estar en boca de muchos el rumor de que el PSOE de Cartagena ha negociado con MC para un posible acuerdo de cara a las próximas elecciones. Torres responde a la pregunta sin evasivas. "Si me pregunta si tengo algún pacto con Pepe López, ya le digo que no. Cada uno hacemos oposición a nuestra manera. No me he reunido con nadie de MC nunca. Nosotros tenemos claros qué es el PSOE, centenario y no necesitamos a nadie" y recuerda que el pacto tripartido se justifica "para echar del gobierno a MC Cartagena".
No obstante, no dice que no a nada "si esa situación llegara algún día, sería con luz y taquígrafos por los dos partidos, pero nosotros nos centramos en nuestra reorganización, ser cada día más fuertes y en ser capaces de llegar a los ciudadanos".
Le critican por el hecho de que no haya pedido su dimisión, la de López, tras ser condenado recientemente por delito leve de coacciones. "Respetamos las decisiones judiciales y el funcionamiento interno de cada partido. Si no lo ven ellos oportuno, nosotros poco o nada podemos decir", subraya Torres, quien apostilla que "después de un pleno de 12 horas, solo se hablara de eso y no que en plena pandemia el PP engorda su lista de cargos a dedo, con un sueldo de 50.000 euros en un puesto de confianza".
"La derecha ha vuelto y se demuestra en este último presupuesto aprobado. Denota que quien gobierna desde el primer día de esta legislatura es el PP".
Dice que las elecciones quedan demasiado lejos ahora como para fijarse objetivos, votos o número de concejales. Su preocupación, asegura, es otra. "No estamos pensando en esas cosas. Queremos apostar desde las instituciones donde tenemos representación para que los proyectos se hagan posibles y las inversiones reales lleguen de una vez. Por ejemplo, que el tren llegue en unas condiciones óptimas, en el estudio de sacar las vías de Alumbres y zonas urbanas o en la ZAL; desatascar problemas centenarios de la ciudad a través del Gobierno de España y no en si vamos a sacar cinco o seis concejales".
Un año después, Manolo Torres no se arrepiente de haber tomado la decisión, a pesar de todos los inconvenientes que le ha tocado afrontar. "Tras tomar una decisión en el momento menos bonito, el sentido de la responsabilidad te lleva a adoptar determinaciones como ésta. Estoy satisfecho y tengo que seguir estándolo, tanto por mi como por mi equipo".