MURCIA. La expansión del coronavirus ha obligado a todas las personas a encerrarse en casa y no salir de ella salvo alguna causa justificada. Mientras tanto, la sociedad busca información sobre lo que está sucediendo afuera y así tener un conocimiento de la situación. Es en este momento cuando la profesión de un periodista empieza a brillar.
En este 'periodo de guerra' donde el ser humano está luchando contra un ser invisible y carece de recursos sanitarios, el periodista lucha por proteger a la humanidad a través de su mejor arma: una buena información.
Para alcanzar este contenido, muchos profesionales tienen que salir a la calle para contar lo que está sucediendo con el fin de proteger a la sociedad con la información. Este hecho lo conduce a la exposición ante su mayor enemigo, el Covid-19.
El nivel de compromiso que muestran estos profesionales por contar a los demás la verdadera situación del exterior, hace que muchas veces ellos se olviden de todo lo que hay alrededor y no son conscientes hasta que llegan a casa y ven a sus familias encerradas.
En estos momentos, la vocación de un profesional de la comunicación es cuando sale a la luz. Los horarios se están viendo alterados con motivo de la alta generación de contenidos, donde hay mucha más tensión informativa y mucha más oferta de información, lo que ha conllevado a los trabajadores a la adaptación del entorno y de la metodología de trabajo.
La gran mayoría de los medios de comunicación: Efe, La Opinión, TVE, L a7 TV, Onda Regional, Cadena Ser y por supuesto Murcia Plaza… entre los consultados, y agencias de comunicación como Compás Comunicación, han optado por el teletrabajo con el fin de evitar riesgo de contagio, y sólo volverán a la normalidad cuando todo esté controlado.
Esta crisis ha puesto de manifiesto la gran relevancia de la tecnología, la cual se ha convertido en una aliada de los trabajadores. El correo electrónico y WhatsApp son las herramientas más utilizadas por los profesionales en estos momentos.
Los grupos de WhatsApp se saturan y los móviles no paran de sonar, recibiendo y emitiendo mensajes de estos trabajadores para debatir los temas que se van a publicar en el día. Llamadas y videollamadas constantes para mejorar la comunicación entre ellos y poder así finalmente, ofrecer una información con calidad.
El contenido que circula hasta las agencias de noticias y los medios se selecciona atendiendo a su relevancia y el interés público, es decir, aquel que trata los temas laborales, económicos, sociales, sanitarios y patronales ya que es donde más dudas se generan ante esta situación.
Todo el contenido se ha convertido en casi un monotema que gira siempre en torno al mismo protagonista, el Covid-19. El contenido cultural ha menguado y ahora, todos los ámbitos temáticos, hasta el deporte y los sucesos, se tratan desde un punto de vista sanitario.
Aunque difícil de entender hasta que las circunstancias lo han obligado, el medio de comunicación radiofónico también permite el trabajo desde casa. Onda Regional y Radio Murcia de la Cadena Ser, entre otras, han proporcionado un equipo a sus trabajadores con micrófono, cascos y un sistema específico que permite locutar desde casa como si estuvieras en la cabina de radio.
Ambas emisoras activaron un protocolo desde que se decretó el Estado de Alarma y sus instalaciones han quedado divididas por zonas con el fin de que los redactores, locutores y el equipo técnico puedan seguir trabajando, dejando una distancia entre ellos superior al metro y medio.
Durante el programa informativo, los locutores siguen su escaleta o guión y al mismo tiempo se comunican por WhatsApp para coordinarse en la distancia. Mientras locutan desde casa, el equipo técnico de sonido está en las instalaciones de la cadena y va regulando el sonido para que se escuche a la perfección.
La otra cara de la moneda son aquellos periodistas que buscan la información a pie de calle, los que retransmiten con vídeo las situaciones tan complicadas por las que está pasando en estos momentos España y los fotógrafos que se recorren todas las zonas para conseguir la mejor foto que represente la noticia del día.
En La7 TV se han establecidos tres turnos estanco. Dos de lunes a viernes; mañana y tarde. Los compañeros de la mañana dejan las instalaciones a las 15:30. Una persona espera a que el siguiente turno entre a las 16:00 desde la distancia. De esta forma ambos grupos no tienen contacto el uno con el otro. El fin de semana hace lo mismo. De esta forma la televisión esta dividida en tres grupos donde no existe el contacto físico. "También hemos optado por el teletrabajo para todo aquel que quiera llevarlo a cabo; en la televisión la presentación y la presencia en plató debe ser presencial en las mismas instalaciones. De esta forma hemos garantizado el servicio público que desempeña la Televisión Autonómica. Hay que destacar que esta fórmula ha sido destacada por todo el Grupo Secuoya: se protege al trabajador y se mantiene el servicio público de informar", indican sus directivos.
En el caso de TVE, más de 2.000 personas se dedican al servicio de la información. Ahora, con la situación de alarma, solo salen a la calle unos 700 para cubrir la noticia y transmitirla al público.
Para poner en marcha este servicio público informativo, los profesionales hacen un estudio por zonas, asignándole a cada una un número del 0 al 3, siendo el 0 la zona de máximo riesgo por contagio. De esta forma, los periodistas pueden identificar el área en el que corren menos riesgo e informar al público de lo sucedido.
Sin embargo, a pesar de conocer el nivel de riesgo de cada zona, estos profesionales están poniendo en peligro su salud con el fin de proteger a los demás, pues no dejan de estar en zonas peligrosas para cubrir y transmitir la noticia.
Estos trabajadores siguen un protocolo y unas medidas preventivas de seguridad implantadas por la empresa desde los servicios centrales, las cuales obligan a ponerse guantes, mascarillas y film plástico a la esponjilla del micrófono, entre otras, con el objetivo de aumentar la protección y reducir los riesgos.
El periodista de vocación lucha por contar lo que está sucediendo, y esto también implica correr en la mayoría de los casos para llegar a tiempo a un sitio y publicar la noticia lo antes posible para difundirla con la mayor rapidez.
Marcial Guillén, fotógrafo de Efe y colaborador de Murcia Plaza, sale todas las mañanas en busca de la mejor foto para las noticias del día que giran entorno al Covid-19. Prepara sus guantes, mascarilla y cámara de fotos para congelar en el tiempo escenas originadas por este virus.
Guillén, va en busca de aquellas personas que salen con mascarillas por la calle, la gente aplaudiendo en los balcones, los policías controlando la movilidad del ciudadano, los militares circulando por la Región, residencias de ancianos… Cualquier suceso que revele las consecuencias de esta pandemia en la Región.
Estos profesionales tienen que dejar el miedo en casa para salir a trabajar a la calle e incluso tienen que comer en sus vehículos porque los bares y restaurantes están cerrados. Su rutina se ha visto quebrantada con esta situación y su día a día es una lucha constante contra el coronavirus.
Otros medios más desconocidos para el gran público como las agencias de comunicación -en este caso Compás Comunicación- están aconsejando a sus clientes seguir con sus estrategias de información y están proponiendo el traslado de los eventos presenciales a territorio online, ya que sus herramientas informáticas le posibilitan este método de trabajo digital.
Así mismo, los alumnos que están de prácticas en un medio de comunicación también han tenido la posibilidad de continuar con su experiencia gracias a esta modalidad de trabajo desde casa.
La pandemia del Covid-19 está afectando a varios millones de trabajadores y el número de Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) ya afecta a varios cientos de miles de empresas, también algunas periodísticas. No obstante, los medios de comunicación siguen al pie del cañón.
Los medios de comunicación ya están sufriendo la crisis que ha iniciado este virus y han experimentado una pérdida en la facturación de hasta un 80%, lo que conduce a una notoria pérdida de ingresos.
A pesar de la situación complicada que está generando esta pandemia, periódicos, radios, televisiones, agencias… luchan cada día por ofrecer una información que solvente de dudas a la población y mantenerlos actualizados.
Así mismo, se ha potenciado una habilidad de coordinación y de comunicación entre los profesionales que les ha permitido llevar a cabo su trabajo con normalidad dentro de esta situación.
El Gobierno permite acudir al quiosco durante el Estado de Alarma para comprar la prensa, lo que hace que la información se incluya dentro de los bienes básicos garantizados. De esta forma, la pandemia ha revelado que los medios de comunicación constituyen un bien de primera necesidad y estos van a seguir luchando para mantener este estatus.