MURCIA. La complicada situación que estamos viviendo desde el pasado mes de marzo de 2020 tiene puesto nuestro pensamiento en las cifras del virus, las estadísticas de fallecidos o curados, el gel hidroalcohólico y las mascarillas. Sin duda alguna nuestro día a día, y vamos para un año, se centra en evitar el contagio, salvar vidas y disponer de una vacuna que nos salve a todos de esta pandemia.
A la vez que todo esto viene ocurriendo hemos dejado en el camino a cientos de tesoros humanos, hombres y mujeres portadores de una sabiduría inmaterial de incalculable valor y que la pandemia nos ha dejado sin ellos.
La falta de políticas en patrimonio etnográfico y el escaso interés mostrado hacia este ámbito de la cultura regional ha provocado que perdamos testimonios de incalculable valor con los que se podría haber dado a conocer, tanto a jóvenes como adultos, saberes de la cultura inmaterial de Murcia. Pastores, troveros, aguilanderos, huertanos, pescadores o campesinos, oficios y saberes que trágicamente no podremos conocer en profundidad por la perdida de estos tesoros de la cultura etnográfica de nuestra Región.
Ante esta desgracia vital e irreparable pensamos que nuestros gobernantes deberían trabajar por un plan de patrimonio inmaterial; por la lucha en documentar, catalogar, proteger y difundir los saberes de nuestros mayores, para que todos seamos conscientes de la importancia que tiene ser pastor, trovero, cuadrillero, auroro, pescador, artesano o huertano.
Desgraciadamente las fiestas populares, los encuentros de cuadrillas por Navidad, las despiertas de las campanas de auroros, los certámenes de trovo, las pequeñas romerías o los oficios artesanales, van a sufrir un detrimento debido a esta compleja situación, la cual debería arrancar con una buena política cultural en defensa de nuestro patrimonio más endeble, el inmaterial, aquel patrimonio que no se aprecia, que no se ve, pero si se puede oír o sentir.
Deseamos entre todos los que amamos y difundimos las tradiciones y el patrimonio etnográfico de la Región de Murcia que pronto volvamos a disfrutar de los encuentros musicales, de los rituales festivos, de las procesiones o las veladas troveras en verano para volver a estar cerca de nuestras raíces.