MURCIA. El Real Murcia, que a falta de una jornada para que concluya es el undécimo clasificado del grupo 2 de la Primera RFEF con 23 puntos sumados en 18 encuentros, ya está a nada menos que 20 puntos del líder y más cerca del descenso a la Segunda RFEF que de la promoción de ascenso a LaLiga Hypermotion.
El equipo grana, tras empatar a uno en casa frente al filial del Atlético de Madrid en el estadio Enrique Roca, encadena tres encuentros sin ganar y continúa alejándose de su objetivo, que es acabar la competición entre los cinco primeros toda vez que el primer puesto, que en este momento comparten el Club Deportivo Castellón y la Unión Deportiva Ibiza, es inalcanzable. El campeón del grupo logrará el ascenso directo a Segunda División pero esa es una vía ya prácticamente cerrada para los murcianistas esta temporada.
El cuadro entrenado por Pablo Alfaro, que venía de perder por 2-1 en Castellón y antes por 1-2 frente al Atlético Sanluqueño, se encuentra a nueve puntos del quinto puesto, que permite luchar por subir y que ocupa el Recreativo de Huelva, y a seis del decimosexto, el Atlético Baleares, que cae a la Segunda RFEF.
Los de la capital del Segura, especialmente débiles cuando ejercen como locales -llevan nueve encuentros disputados esta temporada y sólo ganó dos, empatando otros tres y perdiendo cuatro con ocho goles marcados y 13 encajados delante de su parroquia-, no espabilan con Alfaro a los mandos y es que, desde que el técnico zaragozano suplió al uruguayo Gustavo Munúa, destituido, el Murcia sólo se impuso en uno de sus siete encuentros, por 0-1 en Huelva, empató tres y perdió otros tres, por lo que el bagaje es de seis puntos sumados de 21 posibles.
En todo caso, el maño se queda con lo bueno, que no es demasiado, de un equipo que "demostró tener buena actitud y éste es el camino a seguir".
"Tenemos que meternos en la cabeza que la única manera de crecer es aceptando que se puede fallar, pero luego hay que seguir intentándolo", añadió.
Alfaro tiene claro que la presión está muy presente y asume el reto. "El Real Murcia es un club exigente y estamos con la ambición de tirar para arriba porque está afición se lo merece y ese es el único camino que hay", aseguró. tras un nuevo tropiezo en casa, esta vez delante de 9.299 espectadores.