El Murcia recibe al Atlético Baleares estando más cerca del descenso de que de la promoción 

MURCIA. El Real Murcia, en un momento delicado para los de Pablo Alfaro, que están más lejos de las posiciones que permiten disputar la promoción de ascenso a LaLiga Hypermotion, 11 puntos, que de los puestos que condenan a la Segunda RFEF, siete, recibirá este domingo a las doce del mediodía y en el estadio Enrique Roca al Atlético Baleares, que es precisamente el equipo que marca la línea del descenso.

Con el ascenso directo prácticamente descartado -lo conseguiría el Club Deportivo Castellón como líder del grupo 2 de la Primera RFEF con 46 puntos-, el Murcia, que es el decimotercer clasificado con 24 en 19 jornadas, tratará de conseguir un triunfo que se le resiste en este 2024, en el que empató a uno en casa frente al filial del Atlético de Madrid y el pasado domingo lo hizo a cero en el feudo de la Unión Deportiva Melilla.

De hecho, los de la capital del Segura no ganan desde el 3 de diciembre de 2024 cuando se impusieron por 0-1 al Recreativo de Huelva y tras ese buen resultado llegaron sendas derrotas por 1-2 contra el Antequera Club de Fútbol y por 2-1 en Castellón además de los referidos empates.

Con Alfaro a los mandos tras su llegada en lugar del destituido Gustavo Munúa el bagaje es de un solo triunfo, cuatro igualadas y tres partidos perdidos, muy pobre para un equipo cuyo capitán, Pedro León Sánchez, reclamó esta semana "máxima implicación y compromiso" para no caer aún más en la tabla.

El técnico, por su parte, compareció este viernes en rueda de prensa con motivo del choque de la vigésima jornada, la primera de la segunda vuelta en el grupo 2 de la Primera RFEF, y se refirió a las palabras del veterano centrocampista muleño.

"Corroboro todo lo que dijo Pedro porque creo que dio en las teclas que hay que dar. Es es un jugador con mucha experiencia en esto y de forma bastante educada habló de la situación que estamos viviendo", indicó el zaragozano.

Alfaro explicó lo ocurrido en el descanso del partido de Melilla, en el que sentó al delantero Rodri Ríos por un canterano como Mariano Carmona y el portero Manu García, mareado, cedió su puesto a Gianni Cassaro.

"El episodio que salió en un medio de comunicación en el vestuario de Melilla es rotundamente falso, sabéis que yo no he venido a Murcia a mentirle a nadie. Lo que sucedió fue que tenemos la desgracia de la lesión de Imanol Alonso y en el descanso Manu sufrió un proceso vagal y al no querer gastar una nueva ventana de cambios lo sustituimos en el descanso junto a Rodri, que fue una decisión táctica porque no nos estaba dando lo que nos tenía que dar", explicó.

Ya focalizado en el compromiso de este domingo fijó el objetivo prioritario de que "los tres puntos se queden en casa" independientemente del juego desplegado e incidió en ello. "Todos sabemos la importancia que van teniendo los puntos y más para nosotros. Está claro que necesitamos el compromiso máximo de los que estamos aquí y si tenemos que tirar de jugadores del Imperial lo haremos", señaló el entrenador aragonés, quien se puso duro.

"Como máximo responsable a nivel técnico no voy ni a permitir ni a consentir que nadie en vías de trabajo falte el respeto a nadie. Entiendo muchas situaciones en el fútbol porque llevo más de 30 años en un vestuario pero hay algunas por las que no paso. Sé cuál es mi responsabilidad y mi obligación es salvaguardar y proteger al número de futbolistas que están comprometidos con el club, que quieren entrenar y trabajar para que el Real Murcia vaya hacia delante y dejar de lado a los que no lo quieran hacer", aseguró.

Para este choque causan baja por sendas lesiones Cassaro, el centrocampista Imanol Alonso y el delantero José Ángel Carrillo. Con esas ausencias podría apostar por un once formado por Manu García en la portería; José Ruiz, Marcos Mauro, Víctor Rofino y Marc Baró en la defensa; Pablo Larrea, Isi Gómez, Tomás Pina y Pedro León en el centro del campo; y Carlos Rojas y Álex Rubio en la delantera.