MURCIA. Las obvias limitaciones que traerá consigo la pandemia del coronavirus en cuanto a la asistencia de público a los recintos deportivos en la temporada 2020/2021 supone un problema serio para los principales clubes de la Región, que no podrán meter en sus estadios y en sus pabellones no ya a todos sus aficionados sino a sus abonados. Tomando como referencia a los fieles de este curso 2019/2020 se quedarían fuera 6.000 del Real Murcia, 5.000 del Cartagena, 3.900 del UCAM Club Baloncesto, 1.100 de ElPozo Fútbol Sala...
De tenerse que cumplir las exigencias de aforo -30%- y distanciamiento interpersonal -un metro y medio- cualquier recinto deportivo se quedará pequeño por muy grande que parezca. Así lo decía Álvaro Ruiz, consejero del Real Murcia responsable de la parcela social, y que daba con la clave.
"Nos preparamos para volver a competir casi dos meses más tarde de lo que venía siendo habitual y confiamos que sea con público en las gradas, pero habrá que ver cuántas personas pueden acceder a los estadios. A nosotros más que el cupo del 30% del aforo nos preocupa el distanciamiento y con un metro y medio apenas podrían entrar a nuestro estadio un 15% o un 16% de las personas que caben en él", contaba Ruiz a Murcia Plaza.
Así, de los 31.179 asientos que tiene el estadio Enrique Roca de Murcia tan sólo podrían ser ocupados unos 5.000 y es así porque sólo habrá localidades disponibles en una de cada dos filas y ocupando únicamente una de cada tres butacas.
Esos números constituyen un problema pues el club grana ha tenido este año 11.000 abonados en Segunda División B, que es el tope de un club deportivo de la Región.
En 7.300 está el Fútbol Club Cartagena, que se encuentra a un encuentro de ascender a Segunda, un logro que a buen seguro haría que se incrementase esa cifra. En el estadio Cartagonova, donde los blanquinegros son locales, caben 15.000 personas y las normas que se plantean motivarían que entrasen apenas 2.300.
Los otros dos clubes murcianos que a día de hoy militan en Segunda División B son el UCAM Murcia Club de Fútbol, que esta campaña ha contado con 1.500 abonados y utiliza La Condomina, un estadio con un aforo actual de 6.500 plazas al estar cerrada la grada parcialmente; y el Yeclano Deportivo, aspirante como el Cartagena a subir a Segunda en el play off exprés, que tiene 1.400 abonados aunque llena habitualmente La Constitución, en la que caben 4.000 espectadores. Con el nuevo panorama en La Condomina entrarían unos mil y en el recinto azulgrana apenas 600.
El problema obviamente no es exclusivo del fútbol. Los clubes de deportes de sala que más aficionados atraen a sus partidos y afecta sustancialmente al UCAM Murcia y al Real Murcia de baloncesto y a ElPozo Murcia Costa Cálida y al Jimbee Cartagena de fútbol sala.
El principal equipo de basket de la Región se ha acercado a los 5.000 abonados en esta temporada en la Liga Endesa, de los cuales sólo unos 1.100 tendrían sitio en un Palacio de los Deportes que tiene un aforo con 7.500 localidades.
También en ese escenario disputa sus partidos como local en la Primera División de fútbol sala ElPozo, que cuenta con 2.000 abonados, de los cuales casi la mitad se quedarían fuera, mientras que el Jimbee, que disputa sus partidos de la misma Liga en un Palacio de Deportes de Cartagena con 5.000 asientos, cuenta con un millar de abonados y de ellos entrarían 750 aproximadamente.
Por su parte, el Real Murcia Baloncesto, que ha ascendido a la Liga LEB Oro, ha tenido este año la LEB Plata unos mil abonados y en su pabellón, el Príncipe de Asturias, caben 3.000 personas. Con la nueva medida en ese recinto tan sólo comenzarían la temporada 20/21 entrando apenas 450.
Por mucho que los abonados vayan a tener preferencia para ver a sus equipos el conflicto está servido a no ser que mucho y bien se haga en la la lucha contra la covid-19 en los próximos meses.