MURCIA. Damos este primer pasico entre los temblores del terremoto político originado por la decisión de Arrimadas de adoptar la estrategia del mosaico, en la que los socialistas son avezados maestros. El poder político está muy distribuido en España, lo que invita a adoptar una pluralidad de programas, a veces contradictorios, en los diferentes centros territoriales de poder, e incluso a confiar la representación en cierto territorio a un partido distinto, aunque homólogo, al del resto de España. Tal es el caso del PSOE, que no existe en Cataluña, donde asume ese espacio el PSC. Y fue el caso del PCE, que delegó la política catalana en el PSUC. Ese método permitía que el PSC defendiese la autodeterminación de Cataluña mientras que el PSOE prefería el más puro unionismo en Andalucía, en Castilla-La Mancha y en otros sitios. He ahí un clarificador ejemplo de la estrategia del mosaico, que representa, para sus apologistas, la flexibilidad de un partido adaptado a la diversidad típica de España, pero la imagen misma del oportunismo para sus detractores. Le funciona al PSOE porque el socialismo es una ideología fuerte: muchos anteponen su identidad socialista a todo lo demás, lo que los lleva a aceptar cualquier pacto (vale Cs, Podemos, ERC, Bildu, PNV, etc), incluso simultáneamente. Parafraseando a Sciascia, es la estrategia del Todo modo. Bueno, excepto pactar con el PP, la alternativa al socialismo. En Cartagena (ya tardaba) expulsaron a Ana Belén por pecar con Noelia.
"No miente Arrimadas cuando dice que lo de nuestra Región no formaba parte de una ofensiva general contra el PP"
El PP y Vox carecen de ese privilegio: sus votantes tienen muy en cuenta lo que se hace en otros sitios y un simpatizante murciano puede dejar de votarlo, siquiera transitoriamente, si le disgusta lo que su partido hace en Cataluña. En vez de mosaico hay una uniformidad, coherente con el hecho de que muchos se sienten antes españoles que de su partido. Y, por cierto, los populares no expulsaron a Noelia y apoyaron a Patxi López (socialista vasco).
Hasta ahora Arrimadas había criticado la estrategia del mosaico, pero ahora ha decidido adoptarla. Ya sabíamos que se postulaba como un partido centrista que, a modo de bisagra, podía pactar a derecha e izquierda, pero con dos restricciones: pactar de forma homogénea en toda España y esperar al siguiente ciclo electoral para cambiar los pactos. Ya no es así: pretende gobernar con el PSOE y Podemos en Murcia (Ayuntamiento y Comunidad) y con el PP y Vox en Andalucía, estando Madrid y Castilla-León incaertis sede, que dicen los taxónomos; además, está dispuesto a cambiar de alianzas en medio de las legislaturas, aun en plena pandemia. No miente Arrimadas cuando dice que lo de nuestra Región no formaba parte de una ofensiva general contra el PP, pero se enmarca en una nueva estrategia general, la del mosaico. Puesto que la centrista, a diferencia de la socialista, es una ideología débil, con alta tasa de volatilidad, es probable que muchos de sus cargos y votantes no asuman el mosaicismo, con las consecuencias imaginables a medio plazo. Según parece, el valenciano Cantó ya ha iniciado esa senda crítica. ¿Y aquí? ¿Qué hará Franco? La contestación en la siguiente entrega.
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Hoy inicio una nueva aventura literaria gracias a la generosidad de Murcia Plaza, que me ha abierto sus páginas digitales. Pero antes debo agradecer a Víctor Rodríguez, jefe de opinión de La Verdad de Murcia, el amable trato que ha venido dándome cuando le enviaba mis artículos, y por varios motivos a Ángel Montiel, el apasionante comentarista de La Opinión de Murcia, pero especialmente por ayudarme a difundir mi librito El expediente Precioso.
Según me informa Quini Agüera, que fue gerente del Parque Tecnológico de Fuente Álamo, mientras que cerca de Torre Pacheco (inolvidable su Melón de Oro flamenco) hay una ermita llamada 'Virgen del Pasico', en el campo de Cartagena, cerca de Los Beatos, hay otra llamada 'El Pasico de la Aparecida'. Ambas son distintas, aunque distan unos veinte kilómetros ("distinto y distante" era una de las muletillas favoritas del presidente Valcárcel), pero se basan en leyendas similares: un minero en un caso y un carretero en el otro, que iban pasico a pasico por estar cansados, se encuentran en circunstancias especiales, sendas imágenes de la Señora con la notable peculiaridad de que una y otra volvían espontáneamente al sitio de origen desde las iglesias (Torre Pacheco y La Palma) donde las depositaron. Por ese motivo se levantaron ambas ermitas en los lugares del milagro.
He titulado mi columna como 'El pasico del aparecido' por dos motivos complementarios: primero, por hacer una referencia a Cartagena y su comarca, pues le prestaré especial atención dada mi vinculación a la trimilenaria, que me acogió cuando acepté poner en marcha la UPCT; segundo, para anunciar que escribiré artículos breves, articulados en dos entregas semanales complementarias, lo que me permitirá combinar levedad con argumentación (las novelas por entregas tuvieron mucho éxito a mediados del siglo XIX y usaron esa técnica grandes escritores, como Dickens). Y los que me conocen mejor sospecharán que la referencia a los milagros citados delata mi afición a lo paranormal. Allá ellos. Y otros dirán que he elegido ese nombre por la Aparecida está cerca del Petit Jeringal, el restaurante rural afrancesado donde solía ir a conspirar con Manuel Pérez de Lema, presidente de la Coec y de la Cámara de Comercio. Pues bueno. Yo digo que una voz cartagenera no viene mal en un periódico digital que, aunque se llama Murcia Plaza, aborda asuntos de toda la Región.
Nota bene: He adjuntado mi correo electrónico para recibir todo tipo de opiniones, críticas, insultos y, cosa que agradecería, sugerencias de temas a escribir. ¡Viva la interacción!
JR Medina Precioso