CARTAGENA. Agosto, domingo y Cabo de Palos. Esa es el cóctel perfecto que miles de veraneantes eligen cada año para pasar una mañana -el calor va incluido- en su mercadillo en el que se reúnen cientos de puestos de comida y textil, principalmente, para vender sus productos y sacarle el máximo rédito a un mes que se convierte en un momento muy importante en sus ventas anuales.
Llegan vendedores de diferentes puntos de la Región y de las provincias limítrofes para combatir el calor, los innumerables clientes que se arremolinan alrededor de sus puestos y, por supuesto, el ‘top manta’ esta creciente tendencia que si bien no es nueva y lleva muchos años establecida en los mercadillos, ahora se ha convertido en una mancha negra que lleva camino de convertirse en un gran problema económico para los vendedores y de seguridad para los clientes.
Este lucrativo y salvaje negocio -no pagan sus puestos y tampoco están dados de alta- se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los vendedores y para la policía municipal que allí trata de mantener el orden. En los meses de julio y agosto se han hecho 18 decomisos: 5 de productos no perecederos (ropa, zapatos, bolsos...) y 13 de productos perecederos (frutas y verduras). Las cifras, después de seis mercadillos en este periodo parecerían más bien escasas, incluso a algunos le resultarán hasta ridículas, pero el problema, dicen los representantes de los vendedores es que no hay más porque los manteros suelen estar bastante organizados y, en cuanto se hace un decomiso o se identifica a alguien, se esfuman.
A esto hay que añadir un asunto grave, al menos así lo definen los mercadilleros, y es la falta de policía en el mercadillo. "Venimos padeciendo desde hace tiempo una grave falta de efectivos municipales", explica para Murcia Plaza Pedro Furió, vicepresidente de la Asociación de Comercio Ambulante de la Región de Murcia (Venam), quien explica que esta "competencia desleal" a la que se ven sometidos cada domingo, supone unas pérdidas para algunos de los vendedores que puede superar el 50% o el 60% de sus ventas. "Tanto en el textil como en la fruta se está vendiendo de manera ilícita y parece que nadie es consciente de este asunto", añade Furió, quien afirma que en el último mercadillo eran más de 80 los manteros bien posicionados en el mercadillo. "Cada domingo vemos a más y encima vienen muy bien organizados. Llevan a su gente y cuando llega la policía han desaparecido", advierte el vicepresidente de Venam.
"Con el problema que hemos tenido de escasez de policía municipal, hemos notado un incremento enorme en el número de vendedores ilegales", añade, por su parte, Juan Manuel Bautista, presidente de la Asociación de Vendedores de Plazas y Mercados de Cartagena. "Dos parejas de policía para más de cincuenta puestos es imposible de combatir", añade Bautista, quien añade, por otro lado, que estos vendedores ilegales "bloquean las calles y se ponen en lugares estratégicos o delante de los puestos establecidos". A algunos de ellos les suponen pérdidas de hasta el 80%, lo que genera "discusiones porque les quitan las ventas" y advierte que "va a suponer un grave conflicto entre las dos partes, ya que lo que está pasando es que juegan con nuestro pan". Dice, por otro lado, que los vendedores ilegales llegan bien organizados “vienen crecidos, acompañados por sus ‘guardaespaldas. Son mafias bien organizadas".
Por eso, consideran las asociaciones de venta ambulante que lo que debería primar es la prevención. "Creemos que debería haber una gran presión policial incluso antes de que arranque el mercadillo, que ellos vean muchos policías y decidan no instalarse, pero esto no debe ser fruto de un día. Es necesario que se haga siempre y cada vez con mayor presencia de efectivos".
"Se está produciendo un efecto llamada porque al no haber todo el control que debería existir, pues se consideran impunes y vemos que domingo tras domingo son más los ‘top manta’ que se ubican en el mercadillo", añade Furió, quien, por otro lado, subraya que no es un hecho aislado y que se circunscriba únicamente a Cabo de Palos. "En Mazarrón hay ya casi un mercadillo ilegal paralelo al de cada domingo; en Los Narejos pasa igual. Somos miles de autónomos en la Región que nos estamos jugando nuestro dinero y es necesario que se ponga orden cuanto antes, porque se nos está yendo de las manos".