LORCA. El Lorca Fútbol Club, equipo que actualmente milita en el grupo XIII de Tercera División tras haber estado hace apenas dos temporadas en Segunda, está ya oficialmente en concurso voluntario de acreedores después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) haya publicado el edicto que así lo certifica y eso sucede una vez que el presidente de la entidad, el empresario madrileño Roberto Torres, comunicara que existe una deuda de 700.000 euros.
A este punto se llega después de que desde el club no se alcanzarán acuerdos con sus acreedores, entre los que no se encuentran ni Hacienda ni Seguridad Social, en una negociación que no ha resultado fructífera.
La letrada de la Administración de Justicia del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia, Ana Isabel González Peinado, ha hecho saber que se ha acordado la intervención de las facultades de administración y disposición del deudor y ha hecho un llamamiento a los acreedores para que comuniquen a la administración concursal designada (Audit Iberica Insolvencias, S.L.P.) la existencia de sus créditos que deberán efectuar conforme a lo previsto en el artículo 85 de la Ley Concursal en un plazo de un mes.
La citada administración concursal, con sede en la ciudad de Murcia, ha designado como profesional para el desarrollo del cargo de administrador el economista Jorge Perepérez Ventura, tal y como se detalla en el BOE.
Cabe recordar que el Lorca Fútbol Club, fundado en el año 2010, se estrenó en Segunda División en la campaña 2017/2018 tras haber logrado el ascenso con David Vidal como entrenador e incluso llegó a ser líder en la categoría de plata en el tramo inicial del curso. Sin embargo, la situación del conjunto de la Ciudad del Sol se torció y al término de esa campaña sufrió dos descensos, el primero por clasificación deportiva y el segundo por cuestiones económicas.
Actualmente el cuadro blanquiazul, que dirige el ex futbolista internacional uruguayo Walter Pandiani, es el sexto clasificado con 24 puntos sumados en 14 jornadas, estando a 10 del líder, que es el Mar Menor, y a dos del cuarto, el Atlético Pulpileño, que es el que marca las posiciones para disputar la fase de ascenso a Segunda División B. El domingo perdió por 1-0 en el duelo de rivalidad local disputado en el campo del Lorca Deportiva.
La institución, que va a cumplir 10 años, llegó a vivir su etapa más brillante con el empresario chino Xu Genbao como dueño y máximo dirigente. Entonces, incluso se planteó el objetivo de subir a Primera, pero aquella aspiración queda hoy lejana y mucho más cerca está, por ejemplo, una posible desaparición.
Genbao se marchó en el verano de 2018 dejando una deuda que rondaba los dos millones de euros y con el equipo en el cuarto escalón del fútbol nacional, una situación insostenible para un club jugando en el ámbito aficionado.
Tras un periodo de incertidumbre fue Roberto Torres quien se hizo con las riendas y, aunque en lo deportivo no se consiguió el objetivo de ascender a Segunda B, al menos sí logro reducir la deuda hasta los 700.000 euros al comienzo de la presente campaña, según destacó el propio Torres, quien indicó en rueda de prensa que no había había riesgo de desaparición, aunque al mismo tiempo pidió la ayuda del ayuntamiento de Lorca y de las empresas del municipio para que el proyecto fuese “viable y de futuro”.