Retirada de las vías de la línea del Cercanías Murcia-Águilas-Lorca, a su paso por Alcantarilla. Foto: OMEGA MURCIA. El libro El largo caminar comienza con unas palabras de José Ballesta en el Pregón de las Fiestas de Murcia de septiembre de 1999, entonces rector de la Universidad de Murcia y después alcalde:
"La configuración de Murcia es posible que no haya surgido de una reivindicación, como sucedió con las nacionalidades históricas. Estoy dispuesto a aceptar que no se puede hablar con absoluta propiedad, todavía, de regionalismo murciano. Pero que no puede quedar ninguna duda de que la Región tiene señas de identidad propia. La conciencia regional debe ser motivada desde los poderes públicos y por los equipos de investigación multidisciplinares en el seno de la Universidad".
En aquellos tiempos de la UCD, apoyando el Estatuto de Autonomía, conseguiríamos que la Región pudiera decidir su propio futuro, planteando al Gobierno de España las infraestructuras y equipamientos a realizar y su priorización, y lo hacíamos convencidos de que una mayor autonomía permitiría reforzar el sentimiento de Región, a la vez que impulsar el dialogo y el acuerdo con el Gobierno.
Han pasado los años y seguimos sin haber conseguido el consenso necesario, sin un acuerdo para conseguir acabar con los retrasos en la realización de infraestructuras: seguimos careciendo del AVE a Murcia, Cartagena, Lorca y la conexión con Andalucía, tanto por el Corredor Mediterráneo como fundamentalmente por el corredor histórico con Albacete, conexión fundamental para con el centro y norte peninsular, sin poder aprovechar nuestra estratégica situación en el Mediterráneo ante el continuo retraso de la declaración de interés nacional para la realización de el Gorguel, de los Arcos norte y noroeste, de completar el tramo de la MU-30 entre Beniaján y la A-30….
El largo caminar fue publicado en 1999 por la Asociación de la Prensa, y tuve el honor de que fuera presentado por su presidente, Felipe Julián Hernández Lorca, y prologado por el entonces presidente del Consejo Económico y Social de la Región, don Antonio Reverte Navarro, del que jamás olvidare sus consejos y apoyo, y cuenta con un texto de Elena Quiñones, catedrática de Psicología de la Universidad de Murcia. A todos ellos, mi recuerdo y gratitud.
El libro recoge los artículos publicados entre 1995 y 1999 en los diarios de La Verdad y La Opinión, en la primera parte del libro, al Plan de desarrollo regional 2000-2006; en la segunda al Arco Mediterráneo: las infraestructuras y el agua; en la tercera al euro, la empresa y el empleo; en la cuarta, a los ejes de desarrollo en la Región y en la quinta, a los sectores productivos. Todos ellos reflejan el largo, duro y difícil caminar de la Región tratando de hacer realidad sus potencialidades y oportunidades de desarrollo, tantas veces reafirmadas por los analistas económicos.
Los estudios realizados para la publicación del III Plan de Desarrollo del Sureste español 1972-1975, ya anticipaban a la industria y el turismo como los motores para el desarrollo de la Región y de la necesidad de mejorar las Infraestructuras de comunicaciones, viarias, ferroviarias, aeroportuarias y portuarias para aprovechar la estratégica situación del puerto de Cartagena y conformarlo como el puerto de toda esta gran área socioeconómica.
La Región de Murcia aporta al total nacional el 2,60% del PIB, y por sectores: Agricultura, el 5,06%, Industria, el 3,01%, Construcción, el 2,62%, Servicios a la venta, el 2,30%, y en Servicios públicos, el 2,84%, mientras que aporta el 3,19% de la población nacional. La aportación al VAB regional de las actividades que engloban las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no solo no avanza, sino que retrocede frente al crecimiento medio nacional.
En su estructura productiva las actividades de Información y comunicaciones aportaban al VAB regional en el año 2000 era del 3,50% y a nivel nacional su aportación era del 4,40%; lo que supone un diferencial negativo del 0,9 puntos. En el año 2007 a nivel regional aportaba el 2,40% y a nivel nacional su aportación era del 4,10% lo que supone un diferencial negativo del 1,7 puntos, y en el año 2019 su aportación al VAR regional era del 1,40% y a nivel nacional del 3,60% lo que supone que continua incrementándose el diferencial negativo con la media nacional que ya se sitúa en 2,0 puntos.
La aportación al VAB regional de las actividades Profesionales, Científicas y Técnicas, actividades administrativas y servicios auxiliares en el año 2000 era del 5,80% y a nivel nacional su aportación era del 6,40% lo que supone un diferencial negativo del 0,6 puntos, en el año 2007 a nivel regional aportaba el 5,50% y a nivel nacional su aportación era del 7,40% lo que supone un diferencial negativo del 1,9 puntos, y en el año 2019 su aportación al VAB regional era del 6,40% y a nivel nacional del 9,10%, e igualmente en estas actividades el diferencial negativo con la media nacional ha seguido incrementándote y ya se sitúa en 2,7 puntos.
Es necesario poner la Región como prioridad, alcanzando un acuerdo entre partidos políticos y el Gobierno regional, con empresarios y sindicatos, uniendo en una sola Consejería todas las competencias y medios relacionadas con estas actividades, y la conformación de un Plan que haga de la Región un polo de atracción de talento y de Inversores de la denominada la Industria 4.0, con la drástica reducción de la burocracia, reducir la fiscalidad y mayor facilidad para su implantación en todo el territorio regional, aprovechando su situación estratégica y las ventajas con que cuenta en la capacidad investigadora y de innovación en sus universidades, hospitales e institutos, centros tecnológicos y los parques científico y tecnológico.
Solo desde el diálogo y el acuerdo conseguirá la Región hacer realidad todas sus potencialidades.
