CARTAGENA. El Grupo Ricardo Fuentes se encuentra en plena campaña de pesca de atún rojo. Es una de las fechas señaladas en el calendario para una compañía, la cartagenera, que es líder mundial en la producción y comercialización de esta especie de túnido, siendo un referente en innovación, calidad, seguridad, garantía y trazabilidad.
La preparación de esta nueva campaña de pesca en aguas del Mar Mediterráneo ha llevado detrás mucho trabajo para Grupo Ricardo Fuentes, que cuenta con la flota atunera más completa y avanzada del mundo. Sus barcos se actualizan y se mantienen cada año con la última tecnología y herramientas necesarias para la temporada. La última inversión ha sido la instalación de una nueva grúa en una de las embarcaciones con el fin de mejorar y renovar las artes de pesca.
Con respecto a la temporada de pesca de cerco del atún rojo las previsiones son optimistas y las cifras similares a las del año 2023. Comenzó el 26 de mayo (aunque el trabajo se inició antes con la preparación de todos los elementos necesarios para la campaña) y la previsión es que capturarán en el Mediterráneo las 4.700 toneladas de ejemplares vivos que corresponden a la cuota conjunta de pesca asignada por la ICCAT (Comisión Internacional para la Conversación del Atún Atlántico). Todos ellos ejemplares adultos que serán remolcados a los dos viveros de la compañía situados en la Región de Murcia.
El remolque y transferencia a los viveros es uno de los momentos clave. Se trata de maniobra muy compleja. Para garantizar el buen estado del atún en todo momento, el remolque se realiza a una velocidad entre 0,5 y 1 nudo y los barcos cerqueros suelen tardar una media de unos 20 días en llegar a los viveros.
Una vez transferidos a las instalaciones de acuicultura, recibirán una alimentación natural con pescado pelágico de alto contenido en grasa como el arenque, la caballa o la sardina por un periodo mínimo de 3 meses y un máximo de 12 meses y serán extraídos a demanda siguiendo la técnica japonesa Ike Jime.
Un total de 58 embarcaciones (entre cerqueros, remolcadores y embarcaciones auxiliares) de la compañía han partido hacia aguas de Baleares, y es que la campaña de captura tiene lugar entre la zona sur y poniente de Ibiza. Cada embarcación de la compañía cuenta con 13 tripulantes, de los cuales dos son patrones, más un biólogo de la ICCAT que es el encargado de controlar que se cumpla con la cuota de pesca establecida.
La rutina para todos los días que dura la campaña de pesca es muy similar. La jornada empieza entre la 1:00 y las 3:00 de la madrugada, cuando se sale a buscar una mola de atún, con el fin de tenerla ya localizada para comenzar al día siguiente. Una vez ubicada la mola, se avisa a la tripulación, ya por la mañana, para que se dirija a su puesto de trabajo.
Posteriormente se hace la cala y el equipo de buzos se tira al agua para controlar el atún que hay. Una vez estudiado el túnido, si es interesante se pasa a vivero y si no se vuelve a soltar. Para esta operación hay que recibir un permiso especial y, cuando éste llega, viene el remolcador con la jaula, el equipo de buzo vuelve al agua a hacer la última comprobación y realizar los cálculos pertinentes. El último tramo del proceso es cuando llega el remolcador, coloca la jaula, y se pasa el pescado. Una vez dentro, las embarcaciones salen rumbo a los viveros.