EL EUROCRISTIANO TIBIO / OPINIÓN

El giro sanchista sobre la amnistía

27/08/2023 - 

CARTAGENA. Dice el educador Víctor Meseguer que el sanchismo no existe, sino que es una artimaña del PP para ganar votos.  Sorprendente en una persona cuyo historial avala sus opiniones como merecedoras de respeto y atención. Además, goza de buena pluma y mejor inteligencia. Como se ve, sería temerario tratar de explicar a tal autor qué es el sanchismo. No creo que bastase con recordar su objetivo: formar una alianza, constituida por socialistas, comunistas y separatistas, para que "nunca más gobierne la derecha en España", según declaró paladinamente Pablo Iglesias. 

Y me temo que tampoco bastaría con recurrir al método de la ostensión, que equivale a enseñarle una manzana a un niño que pregunte qué es una manzana. Sería absurdo decir que el sanchismo es expulsar a todos los concejales socialistas de Cartagena por pactar con los populares que detente la alcaldía Ana Belén dos años y Noelia otros dos años, pero aceptar los votos peperos para hacerse con la alcaldía de Barcelona. 

E igualmente tonto sería decir que el sanchismo es prohibir el pacto alcanzado en Ceuta entre el PP y el PSOE para gobernar conjuntamente esa ciudad, pero elegir Marruecos para pasar las vacaciones. Y ni pensar en decir que el sanchismo es prometer poner a Puigdemont a disposición de la justicia, pero derogar el delito de sedición e interponer un recurso para tratar de que el Pleno del Constitucional suspenda la orden de detención en España dictada contra el separatista. Puede, no obstante, que valga decir que el sanchismo es cargarse la tradicional posición socialista sobre las amnistías.

Llevaban los socialistas sentando doctrina al respecto más de cuatro décadas. En 1977 solicitaron una amnistía para todos los delitos relacionados con la política. Había que facilitar la transición desde la dictadura y el Código Penal del franquismo no valía para la naciente democracia. Según los socialistas, la amnistía iba asociada al cambio del régimen político. Y era imprescindible. La consiguieron.

Durante los debates sobre la Constitución, el Grupo Mixto pidió incluir las amnistías en el texto. Los socialistas se opusieron porque equivaldría a reconocer que el Código Penal de la democracia era injusto. Una amnistía solo tendría sentido si ciertas conductas no debieran haber estado tipificadas. Y eso, decían los socialistas, no tenía sentido en una democracia. Resultaron tan convincentes que la propuesta del Grupo Mixto fue rechazada y, además, se prohibieron los indultos generales. Sufren amnesia los que dicen que la amnistía es factible porque la Constitución no la prohíbe. La verdad es que los constituyentes rechazaron incluirla por antidemocrática, a lo que contribuyeron los socialistas.

En 1983, dos años después del intento de golpe de Estado capitaneado por Tejero, el propio Felipe González rechazó amnistiar a los golpistas por considerarlo irrazonable y contrario a la Constitución. A la vez, pidió mano dura penal para los separatistas por el mismo motivo.

En 2021 algunos grupos parlamentarios plantearon amnistiar a los separatistas perseguidos por la justicia. La presidenta del Congreso, la socialista catalana Batet, consultó a los letrados, cuya unánime opinión fue que no se podía tramitar ninguna ley de amnistía porque sería inconstitucional de raíz. 

En consecuencia, la presidenta Batet se negó a tramitar la petición. Además, la portavoz socialista, la asturiana Lastra, se opuso a la amnistía porque violaría la igualdad ante la ley. No podía admitir que no fuesen perseguibles determinadas conductas si las había cometido un separatista, pero que fuesen perseguibles si las cometía otra persona. Mi ejemplo: no habrían delinquido los separatistas que tomaron el aeropuerto de Barcelona, pero sí los ganaderos que tomaron el centro municipal de Lorca. Injusto por completo. Y los socialistas así lo entendieron.

Durante la pasada campaña electoral el presidente Sánchez declaró que durante los cinco años que llevaba gobernando los separatistas no habían logrado la amnistía ni el referéndum de segregación. Y añadió que así seguiría todo si volvía a gobernar.

En resumen, los socialistas llevaban desde 1978 a 2023 negando las amnistías porque pondrían en cuestión la democracia, violarían la igualdad ante la ley y serían inconstitucionales. Al parecer, en este último mes los inexistentes sanchistas han visto la luz y ahora amnistiar a los separatistas no solo sería legal sino también deseable porque solventaría lo que ellos llaman el conflicto entre Cataluña y España. 

Y además cuentan con que el magistrado Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional, lo convalide ¿Les importa a los socialistas cambiar su consolidada y razonable doctrina en apenas un mes? A los socialistas, puede; a los sanchistas, en absoluto. Eso es frecuente en el ficticio sanchismo. Así que tranquilos, que el sanchismo solo es una artimaña para ganar votos y si hay amnistía será por otros motivos.


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