MURCIA. La segunda ola tiene en vilo a la Región de Murcia. El coronavirus apenas deja resquicio para un tregua. Cuando parecía que la curva de contagios se había estabilizado, la covid-19 volvió a despegar de nuevo, desatando toda su dureza. Queda, por tanto, tiempo para aplacar a un virus que en junio llegó a dejar una incidencia de menos de 50 infectados -así lo refleja el balance del día 23, publicado por la Consejería de Salud- pero que, ahora, supera los 8.000 casos activos.
A finales de septiembre, el portavoz técnico del Comité de Seguimiento Covid, Jaime Pérez, anunciaba un mensaje esperanzador después de mes y medio de continuo crecimiento de los contagios en la Comunidad. El virus se mantenía estable e incluso descendía su incidencia ligeramente, lo que hizo que la curva "al fin" se ralentizara. "Esperemos que esta tendencia se mantenga en las próximas semanas", apostillaba Pérez, apelando al optimismo. Aunque, eso sí, sin levantar jamás las campanas al vuelo.
Y diez días después de aquel mensaje, la pandemia vuelve a toparse con su cruda realidad. Los nuevos casos han vuelto a situarse en una media de 400 diarios a lo largo del mes de octubre. Únicamente hubo un respiro el pasado lunes, con 289 infectados. Los ingresos en UCI han descendido ligeramente, de 71 a 66, pero el coronavirus se ha cobrado 16 vidas en apenas diez días. El número de víctimas mortales asciende ya 233 en la Región.
La batalla contra el virus, una vez más, demuestra que se mide semana a semana, día a día prácticamente. "No se puede bajar la guardia cuando se registran menos de 200 casos", advertía el epidemiólogo. La prudencia y la responsabilidad vuelven a evidenciarse como factores claves. Un error puede ser fatal. De eso buena tinta sabe Lorca, que había evolucionado favorablemente y cumplía con los requisitos para salir de la fase 1. Sin embargo, un brote en el hospital privado concertado Virgen del Alcázar de Lorca ha evitado que Salud levantara el confinamiento para el casco urbano lorquino.
La segunda ola está poniendo a examen la capacidad de respuesta de la Región. Aunque el consejero de Salud, Manuel Villegas, se opone a comparar las cifras actuales con las registradas en la primera etapa, en marzo y abril, porque "el impacto sobre el sistema sanitario es notablemente diferente". En aquel momento, aduce, sólo se hacían pruebas PCR para los casos graves y el personal sanitario. Ahora, afirmó, "hacemos pruebas hasta con los portadores asintomáticos". Con todo, el virus sigue ahí, tan peligroso y mortal como el primer día, y ahí seguirá mientras la vacuna no sea una realidad.