CARTAGENA. El Fútbol Club Cartagena, colista de LaLiga Hypermotion con tan sólo siete puntos sumados en 14 jornadas, está ya precisamente a siete de los puestos que dan la permanencia en la Segunda División, que es la misma distancia que le separaban de ese objetivo la pasada campaña a estas alturas de la competición.
El triunfo logrado la noche del lunes por el Deportivo de La Coruña (1-0 in extremis ante la Sociedad Deportiva Eibar) complica aún más la situación de un Efesé que, tras perder por 1-0 en Málaga, está aún más lejos de levantar cabeza.
No en vano, el equipo entrenado por Alejandro Castro "Jandro" y antes por Abelardo Fernández sigue hundiéndose en la tabla y lo peor es que no emite señales de recuperación.
Desde que el técnico de Mieres sustituyó en el cargo al de Gijón -entre asturianos anda el juego- el cuadro cartagenerista sólo añadió cuatro puntos a su cuenta en ocho partidos y tres de ellos llegaron en el debut, con el meritorio 1-2 conseguido en el campo de un Racing de Santander que era y sigue siendo líder.
Fue un inicio más que prometedor pero, aplicando el refrán, en realidad se trató de una arrancada de caballo y una parada de burro. Desde aquella victoria, seis derrotas y un empate a cero en casa contra el Elche Club de Fútbol es el bagaje de Jandro en el banquillo para un 16% de los puntos puestos en juego.
Ese promedio, uno de cada seis puntos ganados, es justo el que le costó el puesto a Abelardo -tres puntos en seis encuentros dirigidos con una victoria, por 1-2 en el feudo del Club Deportivo Eldense, y cinco derrotas-.
Junto al Cartagena ocupan posiciones de descenso tres rivales que tienen un partido pendiente y que son el Club Deportivo Tenerife, con 10 puntos; y el Racing de Ferrol y el Eldense, ambos con 12.
Por delante de ellos está un Cádiz Club de Fútbol que, con 14, estaría salvado.
Echando la vista atrás encontramos al Efesé también como colista después de las primeras 14 jornadas de la Liga 2023/2024, entonces con un punto menos -seis- pero también estando a siete del equipo que marcaba la línea de la salvación, que era el filial del Villarreal Club de Fútbol, decimoctavo con 13.
Por aquel entonces Julián Calero ya había sustituido a Víctor Sánchez del Amo y con el de Parla, ahora entrenado del Levante Unión Deportiva, llegó una espectacular reacción que llevó a una salvación casi milagrosa.