CARTAGENA. La 'encerrona' que supuso la pandemia obligó a muchas empresas a facilitar a sus empleados trabajar en remoto. Así, muchos trabajadores decidieron trasladarse durante el periodo de pandemia a sus lugares de nacimiento o segundas residencias, cerca de la playa, ante la imposibilidad de hacer vida en la ciudad. Una vez superado el coronavirus, dejando de ser una alarma sanitaria, el teletrabajo fue una demanda de muchos trabajadores. Así muchas empresas, ante la amenaza de perder a sus trabajadores, pactaron poder trabajar a distancia.
Con este escenario, desde Sub-Up empezaron a barajar habilitar zonas dentro del hostel para esa gente del pueblo de Cabo de Palos que reside allí y teletrabaja en casa. "En el hostel siempre ha habido espacios para poder teletrabajar. En días soleados, la gente se coloca a trabajar en la terraza del restaurante. Pero sí surgió la necesidad de tener un espacio concreto para ello, donde cada trabajador necesite tener un espacio más tranquilo. Ahora estamos ultimando una zona con mesas que regulan la altura, conexión directa a internet…Todo lo necesario para teletrabajar", apunta José Enrique, gerente y co-propietario de Sub-UP. "La pandemia ha provocado un aumento notable del teletrabajo", añade.
Además de habilitar zonas para la gente del pueblo, el hostel de Cabo de Palos está tejiendo alianzas con otros establecimientos de la capital de España para que, cuando algunos clientes quieran, puedan desplazarse a Cabo de Palos durante un periodo de tiempo aprovechando el buen clima que se disfruta en Cabo de Palos. "Estamos hablando con distintos espacios para generar alianzas en clientes de largas estancias. Además, estamos viendo una membresía para gente del pueblo. Mucha gente quiere usarlo, y estamos estudiando descuentos para poder usar el gimnasio y la zona de coworking. Estamos seguros de que, tanto la alianza con otros espacios similares a nosotros de Madrid, como la membresía para la gente del pueblo, van a funcionar. No somos visionarios en este sentido. La gente de Madrid es nuestro público natural", afirma. "Atraer a gente que durante unos días se venga a trabajar a Cabo de Palos, es otra manera de promocionar la zona", añade. Una vía para impulsar esa tan ansiada desestacionalización tan mencionada.
También quieren postularse como un entorno para que distintas empresas puedan celebrar reuniones fuera del espacio habitual de trabajo, con una sala que están ultimando para 16 o 18 personas, además del ya mencionado espacio para teletrabajadores explicado, con capacidad para 8 personas.