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creen que será una campaña "muy buena" pese a las dificultades

El comercio murciano contraataca: apuesta por la Navidad para sortear la crisis de costes

18/11/2021 - 

MURCIA. Si el fantasma de las navidades futuras fue el que consiguió aterrorizar por completo a Ebenezer Scrooge, el de las navidades presentes es aquel que está infundiendo el miedo al comercio de la Región de Murcia. Pese a ser esta época la más preciada tradicionalmente para impulsar el consumo, este 2021 promete ser un año aún más extraordinario para el sector debido a la crisis de abastecimiento en la que estamos sumidos y a la subida en el precio de la luz, así como al aumento en el coste de las materias primas que esto ha generado.  No obstante, y pese a todas estas complicaciones, "el comercio aún mantiene la ilusión".

De hecho, apuestan por una Navidad "muy buena" pese a todas las complicaciones que plantea la situación económica actual. Así lo confirma Carmen Piñero, la presidenta de la Federación de Comercio de la Región de Murcia (Coremur), pues confían en las ganas de salir a la calle y comprar de los vecinos para hacer frente a la campaña de final de año.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, Miguel López Abad, también se muestra confiado respecto a las posibilidades de esta Navidad, pues sostiene que "las ganas de consumir están". No obstante, también alerta de que resulta imperante estar con un ojo avizor al estado de las materias primas y a la escalada de contagios, pues estos factores bien podrían resultar trascendentales en este final de año.

En este sentido, Piñero también alude en conversaciones con Murcia Plaza a la naturaleza del sector, pues indica que está lleno de "luchadores de fondo", aquellos que se mantienen al pie del cañón pese a las numerosas adversidades que han tenido que resistir y que mantendrán las puertas abiertas siempre que les sea posible: "A pesar de que ya no saquemos casi ni para nosotros nos mantenemos al pie del cañón porque es nuestro medio de vida", sentencia.

Así pues, el comercio de proximidad regional tendrá que hacer lo posible por exprimir al máximo estas fiestas, lo que probablemente también incluya ampliaciones de jornada. Esto se debe, en parte, a que los pequeños locales no suelen disponer de un nivel de ventas suficiente para contratar otras manos que colaboren a absorber el trabajo adicional que se genera en esta época.

Las adversidades se suceden 

Aunque resulta más consecuencia que causa, el principal objeto de preocupación de los comerciantes es el aumento en el coste de los productos y las materias primas. Ante la situación económica global en la que nos encontramos, una inflación casi desbocada genera una peligrosa reducción en los márgenes de beneficio que ejercer una gran presión sobre la rentabilidad. En consecuencia, es posible que estos precios puedan verse repercutidos en los consumidores finales, aunque "no se está repercutiendo todo lo que se debería por la incertidumbre y el miedo de los comerciantes que necesitan vender", aclara Miguel Martínez Bernal, presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena. 

Asimismo, las complicaciones logísticas que existen en la cadena de suministro jugarán un papel relevante en estas Navidades. Al fin y al cabo, el atasco en el comercio marítimo ha entorpecido en gran medida el abastecimiento, por lo que aquellos locales que no hayan planeado sus encargos con suficiente antelación podrán encontrarse con productos agotados en el momento de mayor consumo.

También el coronavirus tendrá su presencia en estas fiestas, pues con 223 nuevos positivos en el pasado martes la Región ha vuelto a superar los 1.000 casos en activo, lo que puede generar una tendencia al alza que se transforme en una sexta ola de cara a diciembre. De esta forma, la covid no solo resultaría un desincentivo en sí mismo a la hora de salir a la calle, sino que las tiendas verían mermada su capacidad de aforo en el momento en el que comenzara a subir la incidencia con lo que podría convertirse en el último clavo en el ataúd del comercio de proximidad de cara a esta campaña.

Con la subida en el precio de la electricidad, las luces de navidad han pasado de ser un simpático adorno a un coste considerable en la factura. No obstante, "se trata de un reclamo imprescindible en estas fechas para atraer a los clientes", según indica Piñero. Por tanto, será un coste añadido que también tendrán que hacer frente los comerciantes.

Más ventas, menos beneficio

Si tenemos en cuenta todos estos aumentos en los gastos, encontramos que la campaña de Navidad puede llegar a ser más complicada de rentabilizar que otros años, incluso aunque existan ganas suficientes de salir a la calle y ahorros entre los consumidores para hacer frente a los precios. Dicho de otra forma, por culpa del incremento de costes resulta probable que los comercios ganen menos que en la campaña del año pasado pese a que vendan más.

Por tanto, las tiendas murcianas pueden palidecer ante la posibilidad de afrontar la cuesta de enero con una campaña de final de año más suave de lo habitual. 

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