CARTAGENA. El Real Club de Regatas de Cartagena celebró el pasado domingo una asamblea extraordinaria que había adquirido un punto trascendental. Las necesidades económicas del club habían llevado a la actual directiva a poner sobre la mesa la posible disolución de la institución. Un documento remitido a los socios en la convocatoria para la citada asamblea señalaba la insolvencia de la entidad. Sin embargo, la disolución del Real Club de Regatas quedó descartada este domingo, calmando todo ese estado de incertidumbre que se había generado en el entorno de la entidad.
Pese a descartar la disolución, la actual directiva si entiende que para que el Club de Regatas siga funcionando es necesaria una derrama de 450 euros por socio, lo que asciende a un montante total en torno a los 350.000 euros. Es la cantidad que la junta directiva cree necesaria para estabilizar la situación económica y así poder renovar las concesiones de la autoridad portuaria tanto para el puerto deportivo como para edificio. "La sensación que tenemos es que la disolución no se iba a producir, sino que era una medida de presión para poder aprobar la derrama", cuenta uno de los socios asistentes a la asamblea. Actualmente el club cuenta con más de 1.000 socios, aunque esperan que con el pago de la derrama esa cifra se quede entre los 700 y los 800 inscritos en el club.
Según las últimas cuentas auditadas, la entidad tiene un patrimonio neto negativo de 5.204,04, consecuencia de los resultados negativos de los últimos ejercicios. Tanto en 2019, como 2020 y 2021, los ejercicios arrojaron resultados negativos (-31.563,-30.310 y -10.522 respectivamente). La previsión para el presente ejercicio (2022) es positiva, de 36.082 euros. "Si bien los resultados negativos del presente ejercicio y de otros anteriores han llevado a que el patrimonio neto sea negativo, junto al fondo de maniobra de la entidad, estos y otros hechos pueden provocar falta de liquidez en momentos puntuales, aunque hay que destacar que las actividades de explotación han generado flujo de efectivo positivo en este ejercicio muy superiores a los generados en el anterior", especificaba en la auditoría remitida a los socios la anterior directiva, que fue quién aprobó las últimas cuentas. No obstante, desde el Real Club de Regatas quieren recalcar que la entidad no tiene problemas de pago en su día a día, estando al corriente de pagos tanto los trabajadores como los proveedores.
Según algunos socios que asistieron a la asamblea, también se producirá una actualización de los precios de las actividades que ofrece el club. Esto, en la práctica, supondrá una subida de los precios. Esta subida de precios no fue aprobada, ya que se requiere una asamblea ordinaria para ello. "Tengo la sensación de que quieren eliminar aquellas actividades no relacionadas con la vela, como el remo o el Dragon Boat", afirma este socio. Esas actividades arrojan pérdidas actualmente, por lo que será necesario cobrar por dichas actividades o de lo contrario deberán desaparecer.
El siguiente paso para la normalización del Real Club de Regatas es lograr la renovación de las concesiones por parte de la Autoridad Portuaria, cuyo actual contrato vence el 31 de diciembre de este año. Con la derrama aprobada, la directiva que preside Gabriel López entiende que cumplirán con los requisitos económicos para renovar dicha concesión y así mantener vigente el actual funcionamiento del club. Para mediados de diciembre debería estar firmada la concesión. La Autoridad Portuaria exige una mínima inversión, que en la directiva del Club de Regatas estiman en unos 40.000 euros. Para ello deberán presentar un proyecto del que aún se desconocen los detalles.