MURCIA. El 20 de marzo, nuevamente el campo alza su voz para reivindicar soluciones ante la situación crítica que está sufriendo derivada de la falta de atención y que amenaza con el colapso del sector agropecuario español. Sin agricultura no hay alimentación, sin agricultores no hay futuro.
"España, país seco, tiene agua suficiente para atender sus necesidades si se gestionara con criterios científicos-técnicos y no políticos"
La pandemia y la guerra de Ucrania han supuesto un enorme incremento del coste de los recursos básicos necesarios para la producción (electricidad, combustibles, materias primas, etc.) sin que los agricultores puedan repercutirlos en los precios de venta. Además, los constantes cambios normativos y la inseguridad en el acceso al agua debido a los frecuentes periodos de sequía o inundaciones amenazan con colapsar al sector agropecuario.
La imposición de una transición ecológica apresurada, basada más en satisfacer necesidades económicas de fuertes grupos de presión y en estrategias políticas alejadas de la realidad esta provocando la despoblación rural, el abandono de tierras y el deterioro de la naturaleza.
La insuficiencia de infraestructuras hidráulicas y los sucesivos y cada vez más restrictivos planes de cuenca no consiguen una gestión sostenible del agua, ya que no se prioriza la regulación integral de los ríos, ni se siguen criterios racionales en el régimen de almacenamiento y desembalse. España, país seco, tiene agua suficiente para atender sus necesidades si se gestionara adecuadamente con criterios científicos-técnicos y no políticos.
Todo ello es consecuencia de la implantación de un modelo medioambiental dogmático y totalitario en la agenda política que demoniza las actividades rurales (agricultura, ganadería, caza) y propone, entre otras medidas, una menor producción agropecuaria y la restricción del uso de fuentes energéticas limpias como la energía nuclear. La Agenda 2030 aparece como la guía incuestionable de un nuevo modelo social que debe prevalecer sobre cualquier otro criterio.
Los objetivos planteados en la Agenda 2030 son compartidos por la gran mayoría. ¿Quién puede oponerse a conseguir un planeta más sostenible, luchar contra la pobreza, agua limpia y accesible para todos, salvar nuestros ecosistemas terrestres y acuáticos, etc.? Sin embargo, la estrategia que se propone para alcanzarlos ha demostrado que no es la adecuada para hacer frente a la crisis alimentaria, económica y sanitaria que esta asolando el planeta.
"Se importan el 30% de las necesidades de trigo o del 70% de aceite de girasol, mientras miles de hectáreas no se pueden cultivar por la reglamentación"
La transición ecológica que proponen los conservacionistas radicales nos ha llevado en Europa al actual colapso del sector primario y del energético por la excesiva dependencia exterior. En lugar de incentivar el incremento de la superficie cultivable y la productividad agraria para reducir la dependencia alimentaria de terceros países, se prefiere la compra en el exterior con el riesgo que conlleva desde el punto de vista de precios, garantía del suministro y despoblación rural. Se importan más del 30% de nuestras necesidades de trigo o del 70% de aceite de girasol, mientras miles de hectáreas no se pueden cultivar por la reglamentación comunitaria.
Precisamente, incrementar la productividad agraria, la superficie cultivable o la ganadería, conseguir agua para todos o generar mantos verdes de captación de emisiones de CO2 son la base fundamental para FAO y ONU en la lucha contra el hambre, por el empleo, por la integración de la mujer, contra la despoblación rural y las migraciones.
Una sociedad mas justa y ecológica necesita reconocer y ayudar al mundo rural a mejorar su calidad de vida, asegurando una renta mínima digna y suficientes servicios asistenciales ya que es el que mantiene un adecuado equilibrio ecológico de la naturaleza. Esta crisis es una oportunidad para redefinir la política agraria europea y defender el desarrollo del mundo rural.
La mejor manera de garantizar una transición ecológica justa que preserve la biodiversidad y combata la despoblación rural es dotar de medios y seguridad a quienes mantienen vivo el campo.
Miguel Ángel Cámara Botía
Catedrático de Química Agrícola
Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica
Universidad de Murcia