CARTAGENA. El CASA C-101 que usa la Patrulla Águila y que se estrelló este jueves cerca de La Manga del Mar Menor (Cartagena, Murcia) es un avión de fabricación española que se comenzó a construir a finales de los años 70, empezó a volar en 1980 y se encuentra ahora en sus últimos meses de vida útil, un final previsto para 2020-2021.
La aeronave que pilotaba el fallecido comandante de la patrulla Eduardo Fermín Garvalena, cuyos restos se buscan este viernes en el mar, fue construida en su totalidad por la empresa española EADS CASA en un proyecto encargado en 1975, cuando el Ejército vio la necesidad de tener un nuevo reactor de enseñanza.
Lo usa la Academia General del Aire (AGA) de San Javier (Murcia), desde donde despegó ayer Garvalena, para entrenar a sus alumnos y también es la aeronave que pilotan los militares voluntarios del grupo acrobático. Un C-101 era el que llevaba asimismo el comandante instructor de la academia Francisco Marín (que formó parte de la Patrulla Águila hasta hace dos años en el mismo puesto que Garvalena) cuando se estrelló hace seis meses en la misma zona y por razones que aún se desconocen en un accidente que le costó la vida.
Denominado "Mirlo" por los militares, el C-101 es una nave biplaza que puede alcanzar una velocidad de 450 nudos (835 kilómetros por hora), una altitud de 42.000 pies (14.000 metros) y una autonomía de siete horas. Desde que empezó a operar, trece militares del Ejército del Aire han fallecido en accidentes a bordo de este avión. El año 1995 fue el más trágico para el C-101, que sufrió tres accidentes en Ávila, Valencia y la zona de La Manga en los que tres militares perdieron la vida. La Academia de San Javier tiene en estos momentos 65 de estos "mirlos", que se empezarán a relevar con 24 nuevos aviones de entrenamiento PC-21 de la empresa suiza Pilatus.
Está previsto que estas aeronaves lleguen a la academia a finales de este año, con el objetivo de que sus instructores se familiaricen con el nuevo aparato durante el primer semestre de 2021 y que los alumnos de cuarto año, actualmente en segundo, comiencen sus entrenamientos a principios del curso académico 2021-2022. Estos aviones los empezó a usar la Patrulla Águila en su fundación en 1985, cuando fue creada por un grupo de instructores de los futuros oficiales del Ejército del Aire.
Con el lema "Juncti Sed Non Uncti (Juntos pero no revueltos)", por la concentración y coordinación que requiere ejecutar maniobras acrobáticas en grupo, la patrulla tiene como peculiaridad respecto a otras internacionales de su nivel el que está formada por pilotos voluntarios, que compaginan su labor docente con el entrenamiento y la exhibición en sus horas libres.
Desde su creación, ha participado en eventos de relevancia tanto de carácter nacional -como la Expo92 en Sevilla o los Juegos Olímpicos de Barcelona 92-, como internacional -como la Royal International Air Tatoo en Gran Bretaña o la Giornata Azzurra en Italia- y todos los años se encarga de dibujar la bandera española en el desfile del 12 de octubre. Se atribuye a esta agrupación militar la introducción del humo en las acrobacias, totalmente extendido ahora en este tipo de vuelos y que ayuda a dar visibilidad a las piruetas, caídas, "loopings", vuelos invertidos y otras arriesgadas maniobras de los pilotos. La Patrulla Águila tiene al rey Felipe VI como piloto honorífico desde 1993, la integran siete aviones y once militares: siete pilotos, un jefe de pilotos y tres militares reservas.