La reserva marina Cabo de Palos-Islas Hormigas ya ha enamorado a estrellas como Bisbal, Pilar Rubio o Jaime Lozano
MURCIA. No sólo la existencia de una laguna salada de características tan extraordinarias como es el Mar Menor, pese a sus achaques, es un atractivo para el turismo de calidad de sol y playa. En la Región de Murcia hay verdaderos paraísos para los visitantes que buscan experiencias más fuertes. Uno de ellos es la reserva marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas.
Reconocido como uno de los mejores destinos para practicar el submarinismo, el turismo de buceo se posiciona como uno de los principales atractivos que puede ofrecer Cabo de Palos. No obstante, con la crisis sanitaria y la irregular llegada de clientes las empresas del sector se han visto obligadas a adaptarse para poder hacer frente a un verano tan atípico.
En este 2020 la facturación no ha podido empezar hasta julio, pues apenas había turistas mientras se mantenía el estado de alarma y los madrileños, que representan la mayor parte de los clientes en la zona, continuaban sin poder desplazarse. Una vez comenzado el séptimo mes del año, la situación pudo normalizarse y comenzaron a realizarse los buceos, aunque este verano continúa siendo irregular.
Además, en un principio no se podía realizar la actividad porque el número de plazas en el barco era del 50% del aforo, por lo que no era rentable hacer la salida, ya que tiene que haber necesariamente un instructor y un patrón. En el momento en el que se liberalizó el número de plazas los centros de buceo pudieron empezar a trabajar en este ámbito.
A pesar de la falta de turistas extranjeros, los clubs de buceo han podido subsistir sin apenas notar una disminución en el número de clientes respecto a otros años, pues apenas representa el 10% de su clientela habitual. Al fin y al cabo, se trata de un modelo de negocio que se sustenta sobre el turismo nacional, en especial de Madrid, de donde provienen alrededor del 70% del total de submarinistas. No obstante, también ha habido una reducción en los madrileños que han acudido este verano a Cabo de Palos, mientras que han aumentado el numero de personas que vienen de todas partes de España, sobre todo del norte (País Vasco, Navarra o Cataluña). Por su parte, los clientes regionales apenas llegan a representar el 10% de la facturación total.
Además de la incidencia en los turistas que llegan al club, el coronavirus también ha obligado a crear una serie de medidas específicas para mantener unas condiciones óptimas de higiene. La Asociación de Centros de Buceo de la Región de Murcia (ACBRM) ha consensuado un protocolo que está basado en la inversión en productos de higienización, pues los materiales deben ser desinfectados después de cada uso. También se han visto en la obligación de utilizar productos antivaho para evitar que se empañen las gafas durante la inmersión, ya que el procedimiento habitual era utilizar la saliva y, en las condiciones actuales, eso ya no es una opción.
Las empresas destacan el importe adicional que supone la utilización de estos productos, ya que al ser específicos para esos materiales concretos su precio es elevado. Este protocolo también genera un coste adicional en mano de obra porque la situación exige una mayor cantidad de esfuerzo, ya que antes los mismos clientes podían enjuagar y colgar sus trajes, pero ahora mismo todo ese trabajo lo tiene que absorber la empresa.
Por su puesto, la mascarilla también es obligatoria en las instalaciones, así como durante los trayectos en barco, pues en ese caso no se puede garantizar la distancia de seguridad.
Desde Divers aseguran que se trata de un año "muy extraño", y que los clientes actúan de un modo muy raro, reservan con tiempo, luego cancelan y llaman el día de antes a ver si sigue habiendo sitio. "Estamos teniendo días de cerrar y días llenísimos, muy irregular. Otros años no pasan estas cosas", señalan en este club de buceo. También indican que se trata de un año con menor afluencia que otros, pues la zona de Cabo de Palos está "vacía" para ser mediados de agosto, el momento más alto de la temporada.
Respecto al protocolo específico de higiene, esta empresa declara que sus clientes deben firmar un comunicado con las medidas de seguridad extraordinarias que deben adoptar para realizar la actividad. En Divers aseguran que se nota mucho la incidencia de estas medidas sanitarias en los beneficios, pues hay una persona entre inmersiones que se dedica exclusivamente a desinfectar. "Es que preferimos estar abiertos", señalan.
Al recordar el vídeo promocional de Bisbal y la cantidad de personas que pueden llegar a acudir en busca de personajes conocidos, la empresa declara que "más que famosos lo que busca la compañía es gente que le apetezca, porque si no le hace gracia pues está pasando un mal rato y el instructor también".
En el club de buceo Islas Hormigas opinan que el coronavirus no ha incidido mucho en el número de clientes. La razón es que muchos buceadores que suelen viajar a otros países para realizar esta actividad no han podido hacerlo este año, por lo que han tenido que quedarse buceando dentro de las fronteras. No obstante, señalan que se trata de una situación atípica y que ha habido una gran variación entre semanas.
También recuerdan que este año todos los sectores se han visto afectados por la covid y que han tenido que hacer más trabajo para poder hacer las mismas actividades que otros años, con la consecuente influencia en los beneficios. Por su parte, este club de buceo ha decidido no aumentar los precios con una tasa covid porque "no se puede subir el precio cuando la gente acaba de salir de los ERTE y ha perdido un montón de cosas. Es un año para mantenerse".
Asimismo, la empresa señala que la llegada de famosos no es un impedimento para poder trabajar porque no suele haber mucho alboroto: "Mucha gente ni se entera de cuando hay personas conocidas".
En condiciones normales la empresa Turkana, se centra principalmente en acercar el buceo a las personas que no están familiarizadas con él, lo que se conoce como bautismos de buceo, en grupos organizados por grandes empresas o entidades públicas. Sin embargo, este año han decidido no ofrecer este servicio por culpa de la situación sanitaria.
En consecuencia, y para poder sobrevivir, Turkana ha potenciado los cursos náuticos y ha dedicado un mayor esfuerzo a la promoción durante el tiempo que antes dedicaban al buceo. Como es evidente, la decisión de no realizar submarinismos ha afectado a la empresa, que ha visto resentida su economía por la falta de ingresos derivados de esta actividad, en especial cuando tenían presupuestos cerrados para este verano que no se han podido realizar.
Aunque tienen presupuestos cerrados para octubre que esperan que se puedan realizar, lamentan desde Turkana que "tal y como está creciendo la incidencia de la covid, esas actividades no se van a poder realizar, la situación tendría que mejorar y está empeorando".
"No creo que pueda llegar a facturar buceo este año, ya me gustaría", lamentaba el dueño de la empresa, Juan Agustín, que atribuyó a la antigüedad de la empresa y al "boca a boca" el mérito de poder sobrevivir a este verano.
En Planeta Azul, otra empresa ubicada en Cabo de Palos que realiza inmersiones, lamentan una pérdida de un 10% de los clientes respecto a otros años, aunque aseguran que el buceo sobrevivirá mientras la gente se lo pueda permitir porque se trata de un turismo muy específico.
"El turismo viene específicamente para el buceo, hay otro tipo de actividades para los turistas de playa que buscan nuevas experiencias, pero el que viene a bucear es porque ha venido de turismo para bucear", señalan desde la empresa.
Al comentar el protocolo establecido para la higiene, aseguran que se trata de un sistema muy estricto y que la covid-19 no es para tomársela a broma. "Hay que tomárselo en serio, aunque aquí prácticamente no ha habido ningún caso es muy importante respetar al virus".
Asimismo, desde la empresa apelan a la responsabilidad individual de cada uno de sus empleados, porque con que solo uno se contagiara ya afectaría a todos los compañeros, como le ocurrió al club náutico Los Nietos, que tuvo que ser cerrado parcialmente.