CARTAGENA. Las últimas lluvias torrenciales en la Región han vuelto a poner sobre la mesa las graves deficiencias que siguen soportando distintas localidades de la Región, en especial las que se sitúan en torno al Mar Menor, cada vez que se producen unas fuertes lluvias. Uno de estos lugares es Los Urrutias. A pesar de la DANA de 2019, y que se conocía la posibilidad de que arreciaran fuertes tormentas, localidades como Los Urrutias, al igual que Los Nietos, volvieron a sufrir un caos en sus calles con las lluvias. Las consecuencias, más de una semana después, siguen presente en las calles.
La indignación entre los vecinos es muy grande. Al parecer, el barro que se ha quedado no puede ser limpiado con manguera porque la normativa impide que el agua dulce entre al Mar Menor. Por ello, y ante la incredulidad de los vecinos, solo puede barrerse. "Debido a las quejas (TOTALMENTE JUSTIFICADAS) por parte de los vecinos de la suciedad de algunas calles y del Paseo después de la lluvia (Y ANTES TAMBIÉN) os remitimos lo que nos han dicho a nosotros. El barro que hay en el Paseo y las calles cercanas a este, SOLO PUEDE BARRERSE, en esas zonas NO SE PUEDE LIMPIAR CON MANGUERA (que sería como se quedarían limpias) porque hay una normativa que lo impide por su cercanía al MAR MENOR. Para que el agua dulce no llegue al mar. Esta normativa parece ser que también se aplica para particulares que tengas sus viviendas cerca del Mar, así que lleven cuidado porque si lo hacen, podrán ser multados.La suciedad de las calles del resto del Pueblo SE SUPONE que las están limpiando poco a poco. Nosotros damos parte de todas las quejas que nos transmiten los vecinos y también queremos nuestro pueblo limpio y en condiciones, pero NO es tarea de la Asociación limpiarlo", redactó la Asociación de Vecinos de Los Urrutias en un post en redes sociales.
La presidenta de los vecinos de Los Urrutias, Rosell García, se muestra resignada ante la lentitud de la limpieza. "Se supone que sí están limpiando, pero van lentos y la gente se impacienta. El barro con escoba es complicado de limpiar. Esto sucede en las calles cercanas al mar. En el resto si están limpiando porque he visto como limpiaban. No es cuestión de señalar a nadie. Es simplemente querer tener el pueblo decente. Igual hay cosas que no está en manos del Ayuntamiento, pero las que están en sus manos deberían estar solucionadas. No puede ser que nuestras calles estén llenas de barro y Cartagena ciudad no. Solo queremos tener el pueblo decente", señala Rosell. "Tendría que darnos una solución porque, siempre, todas las bocacalles van a parar al Mar Menor. Podrían usar agua del mar para limpiar. No lo sé, no tengo conocimientos de esto, pero no puede estar así el pueblo".
Entre las imágenes más llamativas de las lluvias en el pueblo se encuentra la inundación que soportó el paseo de Los Urrutias. "Cuando quedó inaugurado, las bombas que achicaban el agua no estaban activadas. Llevamos 30 años esperando el paseo y cuando Costas se decidió a hacerlo hacen una chapuza. Les dije lo que podía pasar, envié una carta y se rieron en mi cara. Los mismos obreros decían que era una chapuza el paseo y eso lo oyen los vecinos. Nos enteramos de todo", afirma Rosell con cierta resignación.
De todos los desperfectos que sufre el pueblo se desprende un sentimiento de abandono. "Cada vez que llueve nos echamos a temblar. No pasa solo aquí, en otros lugares sucede lo mismo. Si tuvieran las ramblas limpias y ciertos arreglos subsanados no pasaría esto. En Cartagena, por ejemplo, no pasa esto", apunta Rosell.