MURCIA. La Región está creciendo por debajo de la media nacional y, por lo tanto, decreciendo frente al resto de España. Su evolución en estos últimos años no responde a las fortalezas y oportunidades con las que cuenta, una realidad que es debido, en una gran parte, al continuado retraso en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones. Por otra, también es debido a la falta de diálogo, negociación y consenso en el proyecto de Región que se necesita para poner en valor todas sus potencialidades y situarse en el entorno de la media nacional.
Todos los datos que se vienen conociendo confirman la perdida de fortaleza y, singularmente, se ha hecho patente en un sector fundamental en la Región, el industrial, que ha pasado de liderar el crecimiento a nivel nacional a en el último año a decrecer muy por debajo de la media nacional, como se puede constatar en el grafico que sigue.
La realidad de la economía regional es que ha perdido fortaleza y se separa negativamente de la media nacional. En la convergencia con la Unión Europea, ha retrocedido en capacidad de poder de compra (PPA), pasando del 87% de la media europea en el año 2007 al 69% en el año 2021. En el PIB por habitante entre los años 2000 y 2021 la Región ha crecido 1,19 puntos menos que la media nacional y, aunque ha aumentado de manera muy importante su aportación al total nacional en población, no lo ha hecho al PIB, por lo que seguimos prácticamente como en 2007, entorno al 2,67%. Por ello, el resultado de las elecciones regionales parece una llamada a los partidos, al diálogo y al acuerdo y para que su compromiso principal sea trabajar para situar a la Región en la media nacional.
Las elecciones regionales del pasado mes de mayo recogen con claridad la voluntad de los ciudadanos de esta Región, unas elecciones que ha ganado ampliamente el Partido Popular, pero no ha conseguido la mayoría absoluta. Esto parece querer traducirse en que los electores son conscientes de la difícil situación socioeconómica en que se encuentra, entre 15 y 18 puntos por debajo de la media nacional en renta y PIB por habitante, a pesar de todas las ventajas con las que cuenta.
Cambiar esta situación solo será posible con un Gobierno de amplia mayoría parlamentaria, y a través del dialogo, la negociación y el acuerdo para conseguir la programación y realización por el Gobierno de España de las infraestructuras vitales para la puesta en valor de la Región. Esto será necesario conjuntamente con un plan de actuaciones, acordado por todos o una gran mayoría de los partidos políticos, con medios, plazos y objetivos, y consensuado con sindicatos y empresarios. Un plan que atraiga inversores y talento para poner en valor todas las ventajas con que cuenta la Región.
Es un hecho, dadas la situación socioeconómica de la Región y su evolución en los últimos años, que las políticas a implementar por el nuevo Gobierno, que debería conformarse con la máxima urgencia, deben responder a las necesidades y potencialidades de la Región para poder situarla en la media nacional en renta y PIB por habitante en el horizonte de 2030, lo que demanda responsabilidad y compromiso como ocurrió a nivel nacional con los pactos de la Moncloa, cuyo modelo precisa hoy hacer realidad la Región.
"Cambiar esta situación solo será posible con un Gobierno de amplia mayoría parlamentaria"
Evidentemente, el nuevo Gobierno regional debe estar presidido por el Partido Popular, que ha ganado las elecciones, pero necesita contar con el mayor respaldo posible en la Asamblea Regional y debería estar conformado por el PP con la participación de Vox, o si lo prefiere del PSOE.
Dada la preocupante situación de la economía regional y su evolución según todos los indicadores por debajo de la media nacional, siendo por tanto absolutamente necesario un Gobierno con el mayor respaldo parlamentario posible, dados los profundos cambios que la Región precisa, y para ello es preciso acordar un programa de actuaciones con recursos, objetivos y plazos para que la sociedad pueda valorar y seguir su realización.
La Región necesita que esta legislatura sea la de la recuperación y su puesta en valor, con un programa de apoyo decidido a la implantación y desarrollo de los proyectos empresariales, eliminando burocracia, reduciendo el gasto público no productivo e implementando el silencio administrativo positivo. De esta forma se puede conseguir la atracción de nuevos inversores, de emprendedores y de talento, vitales para el desarrollo de los servicios avanzados y de una mayor productividad y desarrollo social y económico.
Si comparamos los resultados de las elecciones regionales con las generales (marcadas por el mensaje del voto útil para conseguir una gran mayoría) constamos que en mayo el partido Popular (PP) recibió 286.571 votos, el 42,48%, y en las generales 306.999 votos, el 41,24%. El partido Socialista Obrero Español, (PSOE), en mayo tuvo 171.271 votos, el 25,6%, y en las generales 187.971 votos, el 25,25%. Vox, que había tenido en las regionales 118.576 votos, el 17,72%, en las generales ha tenido 162.481 votos, el 21,83%. Y Sumar, que en mayo no se presentaba como tal, ha tenido 70.900 votos y el 9,52%, datos que parecen querer evidenciar que una repetición de las elecciones en la Región cambiará en muy poco la actual situación, pero perjudicará seriamente a la Comunidad, que necesita y con urgencia de un nuevo Gobierno en el que el dialogo y el acuerdo sean el motor para conseguir sacar a la Región en la situación en que se encuentra.
Evidentemente un acuerdo por la Región conllevará renuncias, e incluso sacrificios, por unos y por otros, pero el tiempo ha confirmado que sin un gran pacto regional, de todos o la mayoría de los partidos, la Región no podrá afrontar los cambios que se precisan ni alcanzar los acuerdos que a nivel nacional para hacer realidad sus fortalezas, su estratégica situación en la fachada mediterránea con el nuevo puerto de El Gorguel y su conexión ferroviaria directa con el centro y norte peninsular y con el Corredor Mediterráneo. La Región es hoy en el Arco Mediterráneo la que cuenta con las mayores capacidades para el desarrollo de los servicios avanzados, la logística y el turismo, así como por su fortaleza en el sector industrial y energético.