Un cajero, en una imagen de archivo. Foto: DAVID ZORRAKINO (EP)MURCIA. Las zonas rurales más afectadas por la despoblación sufren la carencia de entidades bancarias, lo que causa un claro perjuicio entre sus habitantes. Localidades de la Región de Murcia como Ojós, poblada por apenas 500 vecinos, no cuentan con ninguna oficina de crédito. Ante esta realidad, el Gobierno regional ha aprobado una subvención de 598.000 euros para impulsar la instalación de 13 cajeros automáticos en 13 localidades, ubicadas en Ojós, Bullas, Caravaca de la Cruz y Moratalla.
Caixabank, con nueve cajeros, y Cajamar, con cuatro, serán los bancos encargados de colocar estos espacios y mantenerlos. La ayuda de la Comunidad también propiciará, además de las obras de instalación, la conexión a Internet y las labores de mantenimiento, entre otros gastos. Los terminales estarán instalados a principios del próximo año. Y los ayuntamientos deberán ceder el espacio para su colocación y proporcionar el suministro eléctrico.
El objetivo es hacer frente a "la exclusión financiera en el marco de la estrategia de lucha contra la despoblación y mejora de la calidad de vida en entornos rurales de la Región de Murcia", como así explicó el consejero de Presidencia, Marcos Ortuño, en rueda de prensa.
Las terminales bancarias podrán beneficiar de forma directa a más de 5.000 habitantes que residen en zonas poco pobladas. En concreto, según explicó el consejero, los cajeros se ubicarán en Ojós, Ulea ("donde se prevé la sustitución del cajero existente, totalmente obsoleto"), tres pedanías de Caravaca de la Cruz (Navares, Singla y La Encarnación), tres núcleos de Cehegín (Canara, Chaparral y Campillo de los Jiménez-Algezares), dos pedanías de Lorca (Coy y La Parroquia), dos de Moratalla (Cañada de la Cruz y el Sabinar), además de La Copa de Bullas.
Cabe tener en cuenta que en la Región permanecen abiertas 543 oficinas, la mitad de ellas se ubican en Murcia (192) y Cartagena (78), tal y como detallaba en mayo el Observatorio Financiero de la Región. Municipios como Albudeite, Villanueva del Segura y los mencionados Ojós y Ulea no tienen locales bancarios.
La iniciativa de Presidencia, que ha sido elaborada en colaboración con la Consejería de Economía, pretende "contrarrestar los procesos de despoblamiento que sufren determinadas áreas rurales del interior de la Región, que llevan aparejado un paralelo proceso de desaparición de servicios presenciales, circunstancia que, a su vez, impulsa la emigración y acelera el envejecimiento de las zonas más despobladas".
No en vano, como dijo el consejero, el generalizado cierre de sucursales financieras y de crédito ha colocado "a zonas rurales en una situación de exclusión financiera, provocando que núcleos de población aislados no dispongan de cajeros automáticos, lo que obliga a sus habitantes, con frecuencia personas mayores, a realizar desplazamientos para disponer de dinero en efectivo o abonar recibos".
