Foto: FREPIK.ESMURCIA. El año que acabamos de cerrar ha sido uno de los que más inquietud e incertidumbre nos ha tocado vivir en los últimos tiempos debido al conflicto Rusia-Ucrania, la pandemia sanitaria y la escasez de alimentos y materias primas. Doce meses en los que los sectores económicos más importantes de la Región de Murcia (agricultura, ganadería, transportes, comercio, turismo, ..) han sufrido de una forma extraordinaria para mantener su actividad.
La gestión de la covid-19, con las restricciones a la movilidad y actividad hostelera y comercial, ha provocado que muchas empresas hayan tenido que cerrar y otras experimentar fuertes reducciones de plantilla. El extraordinario incremento de los precios de la energía eléctrica y del gas ha golpeado las economías domésticas y sobre todo, lastrado el crecimiento de la actividad industrial y comercial.
"La carta a los Magos de Oriente contiene los deseos de que se mantenga el trasvase Tajo-Segura"
La desmesurada subida de los carburantes ha encarecido enormemente el coste del transporte de los alimentos y productos de primera necesidad. El bloqueo del suministro de determinadas materias primas esenciales para la agricultura y ganadería (cereales, piensos, fertilizantes) ha puesto de manifiesto la necesidad de proteger e impulsar al mundo agro para evitar la dependencia exterior y fortalecer la capacidad de autoabastecimiento de alimentos.
Los infundados ataques a la actividad agrícola como causante del deterioro ambiental de espacios naturales, así como una deficiente gestión del agua están provocando la deslocalización de la producción agraria hacia otros países. Ello impacta directamente en las economías locales y en el mundo rural, provocando la despoblación y la pérdida de calidad de vida.
Durante este nuevo año se tendrán que hacer frente a importantes desafíos que van a marcar el presente y futuro de nuestra sociedad. Recuperar la confianza y la fortaleza de nuestros sectores productivos agroindustriales y comerciales es fundamental para generar empleo. Conseguir hacer frente, con eficacia, a la crisis energética y alimentaria, sin abandonar a los mas vulnerables, volverá a ser el principal objetivo.
Recuperar el buen estado ecológico del Mar Menor es una necesidad urgente más allá de los continuos y estériles debates sobre culpabilidades que a nada han conducido hasta ahora. Se ha demostrado que la tecnología que aplican los agricultores del Campo de Cartagena reduce su impacto ambiental y que evitar que las aguas residuales lleguen a la laguna disminuye enormemente el riesgo de eutrofización de sus aguas.
Gestionar eficientemente el agua para conseguir mitigar el impacto de los fenómenos climatológicos extremos nos ayudará a reducir el riesgo de inundaciones, paliar los efectos de las sequias y contribuir a la soberanía alimentaria. En España hay agua suficiente para todos si se gestiona adecuadamente con criterios científicos y no ideológicos.
La tradición transmitida de padres a hijos, generación tras generación, nos lleva cada principio de año a escribir la tradicional carta a los Reyes Magos, que no falta en ningún hogar y hace las delicias de mayores y pequeños, para pedir que nuestros deseos y esperanzas se hagan realidad en el nuevo año.
La carta a los Magos de Oriente contiene los deseos de que se mantenga el trasvase Tajo-Segura como garantía de prosperidad y trabajo, se reconozca la sufrida labor de los agricultores y ganaderos, de los sanitarios, de los hosteleros, de los industriales, de los comerciantes, de los transportistas, de todos los que, con su trabajo diario, hacen posible que podamos disfrutar, en libertad, de la mejor tierra del mundo: Murcia.
Miremos al futuro con esperanza para conseguir superar las dificultades y corregir las desigualdades con el fin de ganar la lucha contra el hambre, la guerra y la pobreza. Paz, respeto, trabajo, salud y felicidad para este nuevo año.
Miguel Ángel Cámara Botía
