MURCIA. La construcción aún continúa remando a contracorriente. El sector se las prometía felices en la Región con el 'maná' que llegaría de los fondos covid, lo que multiplicaría las obras con el fin de impulsar la recuperación económica de todo el territorio. No obstante, antes de que eso pudiera hacerse realidad los empresarios del gremio se han ido encontrando con dificultades de mayor y menor tamaño que están obstaculizando el correcto desempeño de sus labores. Este es el caso del desabastecimiento de materias primas.
El transporte se encuentra en estos momentos sufriendo una crisis sin precedentes a nivel global, que ya está poniendo en aprietos a otras áreas de actividad que dependen de la entrega de materiales para poner funcionar. Así es el caso en el 86% de las empresas de construcción de la Región que admiten haber sufrido un retraso inusual en la entrega en obra de alguna materia prima, de acuerdo con una encuesta realizada por la Federación Regional de Empresarios de la Construcción (Frecom) entre sus asociados.
En consecuencia, este desabastecimiento ha provocado retrasos en la ejecución de las obras. No obstante, el 68% de los encuestados afirman que han conseguido salvar estos obstáculos y finalizar los trabajos sin faltar al plazo establecido. Por el contrario, un 10% reconoce haber tenido que paralizar las obras por este motivo, mientras que el 11% admite haber sufrido penalización económica por el incumplimiento de los objetivos de tiempo establecidos. Asimismo, hay otro 11% que ha sufrido una demora en el plazo final, aunque no se ha visto obligado a pagar una 'multa' por ello.
Respecto a los materiales más afectados por esta problemática, destacan la madera y el aluminio como los que más perjudicados se han visto por la crisis del transporte. Por detrás, les siguen el vidrio, el acero, los azulejos, las baldosas, los tubos y la grifería.
Además del problema de desabastecimiento, la inflación también ha generado complicaciones entre los empresarios de la construcción. De hecho, el 55% de los participantes de la misma encuesta de Frecom ha declarado haberse visto forzados a cancelar contratos o a paralizar las obras por culpa de la inasumible subida en los precios de las materias primas que provoca que culminar los trabajos les resulte en pérdidas.
A todo esto, habría que sumar el inconveniente que lleva arrastrando el sector desde varios años atrás, y es que los más jóvenes se muestran reticentes a subirse al andamio. Y es que el trabajo en la obra se encuentra cada vez más denostado entre las nuevas caras del mercado laboral, que cada vez evitan en mayor medida este tipo de actividad, lo que provoca una falta de relevo generacional que afecta a todos los perfiles necesarios en una obra, desde los peones hasta los empleos más técnicos, pasando por todos los niveles intermedios.