MURCIA. El Consejo de Gobierno, a propuesta de la Consejería de Presidencia, Turismo, Cultura, Juventud, Deportes y Portavocía, ha dado el visto bueno a la declaración de las Fiestas de la Santísima Cruz de Abanilla como bien de interés cultural (BIC) de carácter inmaterial.
Esta celebración constituye un festejo eminentemente popular, con la participación de todo el pueblo de Abanilla y supone el encuentro con vecinos que han tenido que abandonar el pueblo y que viven en otros lugares, tanto de España como del extranjero.
Se consideran asimismo protegidos los bienes inmuebles especialmente vinculados con el bien inmaterial: la parroquia de San José y su entorno, la plaza del Ayuntamiento y las fachadas de los inmuebles que la conforman, el propio Ayuntamiento, el parque de la Ermita y los muretes de mampostería y piedra seca ubicados frente al parque, la ermita de la Santa Cruz, en Mahoya, la Acequia Mayor de Mahoya a su paso por la ermita, y la plaza de Mahoya y las fachadas de los inmuebles que la conforman.
La manifestación de estas fiestas es mantenida por sus protagonistas, personas de todas las edades del pueblo de Abanilla, y suponen un lugar de encuentro y reconocimiento identitario, al tiempo que recrean la historia.
Esta celebración, que se transmite de generación en generación, es un rito de fertilidad de los campos que llega de la mano del agua de la acequia y que es distribuida durante la mañana del día 3 de mayo, tras la romería, en la ermita de Mahoya. La presencia de los pajes de la Santísima Cruz y los de la soldadesca poseen una gran singularidad en la celebración de las fiestas, tanto desde el punto de vista simbólico como estético. El rito de vestir a los niños, la propia vestimenta y la transmisión de los conocimientos entre generaciones es otro de los detalles que enfatizan su autenticidad.