exposición en la Sala Caballerizas de Murcia

Cuando Katarzyna Rogowicz se construyó un barco imaginario para hacer un viaje catártico a la 'Antípoda'

4/12/2022 - 

MURCIA. Un día, la artista Katarzyna Rogowicz soñó con tener una alfombra mágica. A falta de una, decidió construir un barco imaginario con objetos simbólicos -sobre una vieja alfombra bereber que ella misma remendó-, con el que iba a emprender una travesía hacía su propia infancia para cerrar antiguas heridas. El mundo estaba en plena pandemia y ella encontró su salvavidas en el arte. Este barco -que en vez de velas tiene cristales de una lámpara que encontró en un mercadillo, palos y raíces de un pantano, ropa de costura de su hija y un mechón de pelo rubio- es una de las obras que componen la muestra Antípoda, que la creativa polaca afincada en Murcia muestra en la Sala Caballerizas de los Molinos del Río. 

Katarzyna Rogowicz es muy conocida por su trabajo como ilustradora, además de haber realizado numerosas exposiciones de pintura, pero es la primera vez que se embarca -en ese barco mágico- en instalaciones escultóricas. Este salto, según señalaba este viernes durante la presentación de la muestra, responde a que su necesidad de expresarse no se podía ver reducida, en esta ocasión, a dos dimensiones. Porque lo que cuenta en Antípoda es un proceso de catarsis, un trabajo de introspección para poner en orden asuntos pendientes, una cura para cerrar vieja heridas. Para ello, se ha nutrido del poder calmante y de la belleza de la naturaleza, así como de numerosos recuerdos para reencontrarse con la niña que fue.

Así, por ejemplo, escribe sobre dos de las obras que "durante la pandemia y el gran aislamiento intenté pensar en algo que no fuera tener miedo y procuré refugiarme en mis recuerdos de infancia. Me vino a la mente nuestras vacaciones en la orilla del río Dunajee. Mi padre pescaba con la mosca seca las truchas. Yo las limpiaba. Recuerdo perfectamente abrir sus barrigas, sacar las tripas y quitar las escamas". Dibujó la cabeza del pez y la herida en forma de ardilla. Pero, añade, todo cambió cuando les puso los siguientes títulos a las obra: M de Matar al padre y H de Herida. Porque su padre, continúa, "fue un excelente pescador, deportista de élite y maltratador".

Otra de las pieza, Vestido de la performance 'Song of Innocence', en homenaje a su abuela, responde a su necesidad de "aceptar quién era y de dónde venía, asumir la constante fragmentación a lo largo de mi vida, dibujar la idea inconsciente de mí misma. Unir un cuerpo a las múltiples caras de mi poliédrica personalidad. Abrir la puerta a la obsesión, mi única obsesión: el deseo de dibujar. Un deseo heredado". La artista -que no se pudo despedir de su abuela, que era costurera y quien le confeccionó un vestido blanco para una función navideña- ha cosido, pintado y estampado esta obra que, de alguna manera, lleva puesta.

Sensibilidad y belleza

Muchos de los objetos intervenidos y expuestos son pedacitos de una Naturaleza que ha evocado en la artista diferentes sentimientos, ya sea porque le recuerdan a un rinoceronte blanco o a personas heridas y abandonadas. Con ellos también ha compuesto un autorretrato, con muchos vacíos en un intento de llegar hasta las tripas y los huesos de la cuestión, hasta llegar al dolor. La cabeza, a modo de garabato, está formada por ramitas de mimbre enmarañadas (que representan los pensamientos); un tronco quemado y pintado hace de columna vertebral; y las raíces hechas con lana merina reciclada simbolizan el sistema sanguíneo, los nervios y las extremidades.  

El resultado de toda esta catarsis es un catálogo de piezas sobre la desubicación extrema a partir de la recreación de los monstruos interiores de la autora: la violencia familiar y los desastres y conflictos bélicos y pandémicos. Un mundo interior lleno de sensibilidad, que sale a flote en una muestra de una gran y sorprendente belleza plástica, y que impregna los antiguos muros de piedra de la Sala Caballerizas.

Katarzyna Rogowicz vive entre Murcia y Madrid, aunque nació en Polonia. Es pintora e ilustradora de libros y cuentos infantiles y ha trabajado como profesora tanto en instituciones públicas como privadas. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Murcia, es también diseñadora gráfica especializada en ilustración.  En Varsovia estudió Tapiz Artístico en la Universidad popular de Turno.

Ha ilustrado libros para prestigiosas editoriales como Oxford y Pearson Alhambra, entre otras, y varias de sus ediciones han sido subvencionadas por la dirección general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura. Sus dibujos han acompañado artículos de revista y periódicos, además de portadas de otras publicaciones. Ha organizado algunas exposiciones con sus dibujos como La otra cara de la luna (Ourense, 2019) y Black Velvet (Madrid, 2018). Por todos esos trabajos, ha sido galardonada con numerosos premios, becas y menciones. Durante cinco años fue maestra colaboradora del Proyecto de Innovación Mejora de la respuesta educativa al alumnado con altas capacidades desarrollado por la Consejería de Educación, Formación y Empleo.

Antípoda se podrá visitar en la Sala Caballerizas hasta el 21 de enero. El horario es de lunes a sábado, de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas.

     

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