MURCIA (EFE). La producción mundial de cereales alcanzará un máximo histórico en la campaña 2024-2025 hasta 2.321 millones de toneladas, según la organización intergubernamental IGC, pero su distribución y comercio serán muy convulsos por el alza del consumo, la inestabilidad del clima y el panorama geopolítico.
Los principales países productores de cereal del planeta han elevado sus proyecciones de cosecha, que globalmente crecerá un 1 % anual, según las últimas previsiones del Consejo Internacional de Cereales (IGC, en sus siglas en inglés).
Con estos aforos, la producción "concatena" varias campañas de récords, aseguran a EFE desde el sector comercial, pero "la duda es cómo se distribuirá", junto con incógnitas como el efecto de la inestabilidad política en el petróleo y en los fletes del transporte; de momento la tendencia de precios es bajista.
España, concretamente, es una nación deficitaria en cereal y sus precios vienen marcados por los mercados internacionales, si bien la producción de esta campaña es más abundante que la catastrófica de 2023, marcada por la sequía.
Las últimas previsiones de IGC elevan en ocho millones de toneladas, hasta los 2.321 millones de toneladas, la cosecha mundial de grano teniendo en cuenta la mejora en zonas productoras, incluidas Rusia y Ucrania -primer proveedor para España-.
Las estimaciones de esta organización sitúan el consumo mundial en 2.324 millones de toneladas (+0,47 % anual), mientras que las existencias remanentes almacenadas rondarán los 586 millones de toneladas (-0,5 %) y el comercio de grano caerá un 6,7 % frente a la campaña anterior, hasta los 418 millones de toneladas.
El retroceso de existencias se debe, según IGC, al consumo destinado a piensos, alimentos y usos industriales, "ahora en cifras récord", por lo que al cierre de la campaña podría registrarse el volumen almacenado más bajo de los últimos diez años.
En ese línea, el secretario general de la patronal española de comerciantes mayoristas Accoe, José Manuel Álvarez, explica a EFE que se espera un incremento del consumo internacional de maíz.
En el caso del trigo, la producción global ascenderá a 801 millones de toneladas (+1 %), en el del maíz a 1.225 millones (+0,16 %), mientras que el mundo producirá 528 millones de toneladas de arroz (+1,14 %), según IGC.
Dentro de las previsiones resalta también un descenso de las reservas almacenadas de maíz en la Unión Europea (UE), Rusia, Ucrania y en varios países del África subsahariana.
Las estimaciones de IGC confirman la tendencia ya anunciada por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Las materias primas viven un momento bajista en los mercados internacionales que refleja también el índice mundial de cereales y oleaginosas del IGC, con una caída mensual del 2 %, por la "presión" de la recolección en el hemisferio norte, por la amplia oferta mundial y por la fuerte competencia.
Un descenso a causa del trigo, porque en el maíz hay repuntes "modestos" por la subida de las primas de exportación de Ucrania y Brasil, que -sin embargo- se compensan con la bajada en Estados Unidos, líder mundial en este último cereal.
El responsable de Accoe confirma la tendencia mundial, si bien explica que en España las variaciones de precios "se notan con retraso" y que en estos momentos los operadores miran a si hay diluvios en Francia o mermas en Estados Unidos, por lo que "no se sabe la tendencia".
La cosecha de cereales en España, en torno a los 22 millones de toneladas, es mejor e incluso duplica, según fuentes sectoriales, a la del año pasado, pero su importancia internacional es pequeña.
En cuanto a los precios, explica Álvarez, están globalizados y en el mercado español nunca pueden ser superiores a los cotizaciones del grano importado más su coste en el transporte.
El año pasado fueron superiores y este año están a la baja.
Respecto a enero de 2024, en las lonjas españolas los precios del trigo blando han bajado un 9,22 %; los del maíz, un 3,27 %; los de la cebada, un 13,11 %; los de trigo duro, un 25,17 %; los de la cebada de malta, un 15,92 %; y los de avena, un 29,26 %.