CARTAGENA. La venta de viviendas sigue con buen pulso. Después de unos años en los que el desplome inmobiliario que sacudió el mundo 2008 dejaran al sector en los huesos el último año habla de una bonanza en el número de transacciones. Así, según las cifras manejadas por el Ministerio Movilidad, Transporte y Agenda Urbana (antiguo Fomento), la Región de Murcia ha incrementado de forma notable el número de operaciones en lo que llevamos de año, muy por encima de lo registrado en 2019 hasta septiembre. Atendiendo a las cifras registradas en los últimos años, 2021 supera con creces a lo registrado en 2019, último año ‘normal’. Si en 2019 se contabilizaron 13.769 transacciones inmobiliarias, en 2021 se han registrado hasta septiembre 16.976.
Este aumento generalizado en la Región del número de transacciones ha supuesto a su vez un aumento del dinero facturado en el periodo analizado. Así, en 2019 se facturó hasta septiembre 1.331 millones de euros. En 2021, la querencia por mejorar la vivienda y adecuarla a los gustos de cada uno ha supuesto un montante de 1.657 millones de euros. El año 2020, paralizado durante gran parte del mismo la actividad económica, la facturación del sector inmobiliario descendió hasta los mil millones escasos.
En el ranking de las ciudades que más transacciones han realizado encontramos a Murcia y Cartagena, como ciudades más importantes a nivel económico y de población de la Región, y San Pedro del Pinatar. En Murcia, de las 3.733 operaciones hasta septiembre de 2019, nos encontramos con 4.462 en este 2021. Menos notable pero también importante es el incremento en la ciudad portuaria, que de las 2.037 operaciones inmobiliarias registradas en 2019 pasamos a las 2.569 de 2021. En San Pedro, sin embargo, el sector inmobiliario ha sufrido un ligero descenso, pasando de 550 en 2019 a 525 en 2021.
El confinamiento al que la pandemia nos obligó cuando el coronavirus se expandió a niveles insostenibles obligó a todo el mundo a tener que disfrutar, o soportar, las casas. Lugares que, en el frenesí del día a día, carecían de importancia, de la noche a la mañana se convirtieron en el único sitio en el que podías hacer vida. Esto motivó que muchas familias se replantearan el modelo de casa en el que querían vivir cuando la pandemia amainara. Después de un año y medio sin el coste de viajar, con menos salidas, los ahorros se han destinado bien a comprar casa de segunda mano o bien a reformar la que tenían. Gran parte de la población tenían clara una cosa: la casa debía tener unas condiciones óptimas para poder hacer más vida que la de sitio para dormir.
"Las reformas han subido un montón. Un 500%. Una barbaridad", señala Diego Costa, que con su empresa de reformas afirma que no le va a faltar trabajo hasta enero de 2022. “Está el sector muy desbordado. Nos faltan empresas con la que poder trabajar para las reformas que nos encargan”, confirma Ana María Díaz, de AZ55 Arquitectura. “Estas fechas normalmente son proclives a que se lleven a cabo reformas. La gente se prepara para ir a su casa de verano y quieren llevar a cabo una reforma. Y, por otro lado, aprovechan en verano para arreglar su casa de invierno. La mayoría de los años pasa esto", matizan por su parte desde Delta Reformas.