MURCIA. ¿Cuántas veces habéis escuchado "Trata a los otros como te gusta ser tratado"? ¡¡En serio!! ¿Cómo puede ser esto?, ¿todas las personas son como yo? Esta frase ha sido muy recurrida, sobre todo, en materia de atención al cliente y comerciales. Cuando se da formación en estos temas, son muchos los que te dicen que el truco para crear buenas relaciones con otros es tratarlos como a ti te gusta que te traten.
"Tomarse el tiempo para saber qué tipo de café quiere la otra persona es una fórmula que te da mejor resultado que darle a tomar el café que me gusta a mí"
Para mí, ya tenemos que reflexionar sobre esto. Al menos a mí me pasa, que no quiero ser tratada para que la otra persona se siente cómoda: quiero ser tratada como a mí me gusta, como me siento cómoda. Os pongo ejemplos. A todos os gusta que una reunión se dilate en el tiempo con muchas explicaciones e intervenciones que se hacen interminables; o sois de los que queréis ir al grano y dejar a un lado tantas explicaciones, sois de los que, para tomar una decisión, necesitáis todos los datos minuciosamente explicados; o sois de los que para tomar decisiones lo hacéis con rapidez y sin dar vueltas. Cuando vais a comprar un producto, sois de los que pedís todas las explicaciones habidas y por haber o, por el contrario, sois de los que buscáis una información clara y concisa. Lo cierto, es que cada uno de nosotros tenemos una conducta diferente, y actuamos conforme a nuestras necesidades y comportamiento. Por lo tanto, el café para todos parece no ser lo mejor para crear buenas relaciones. Tomarse el tiempo para saber qué tipo de café quiere la otra persona es una fórmula que te da mejor resultado que darle a tomar el café que me gusta a mí.
Claro está que a todos no nos gusta lo mismo y mucho menos esperamos lo mismo, por ello vamos a aprender a "tratar al otro como quiere ser tratado". Vamos a tomarnos la molestia de conocer la persona que tenemos enfrente, y conforme percibimos que es su comportamiento relacionarnos. Para crear una buena relación, lo que tengo que hacer es molestarme en comprender, entender y respetar a la otra persona. Y hacer real la palabra empatía. No son pocos lo que dicen que son empáticos. Yo es algo que pregunto en las formaciones siempre. Al principio es raro que no levanten todos los manos afirmando que son empáticos; seguidamente hago la siguiente pregunta: decidme, ¿qué es ser empático? La respuesta es casi unánime: ponerme en los zapatos del otro. Algunos más enfocados en el tema, me dicen, entender por qué hace una persona lo que hace. En este momento, les hago yo mi definición de empatía, y es la que os voy a compartir en este artículo: ser empático es entender que cada persona hace lo que hace por una razón, tiene un motivo o una intención. Se trata entonces de entender y comprender lo que hace, dice o quiere lograr; es respetar a esa persona, independientemente si comparto su opinión, lo que hace o como lo hace, y por supuesto, todo ello sin juzgar a la persona. Una vez que comparto esta definición de empatía, ya no son tantos los que son empáticos.
¿Aún sigues pensando que hay que tratar a las personas con las que te relacionas como a ti te gusta que te traten? ¿Haces el esfuerzo de entender a la otra persona? ¿Te has parado a pensar que esa persona tiene su forma de pensar y sus necesidades? Si realmente queremos crear relaciones estables con otras personas, ¿no creéis que lo primero es entender y respetar a la persona?, ¿cómo puedo dar un buen servicio a un cliente si no me molesto en saber cómo le gusta ser tratado? ¿Estás dispuesto a realmente ser empático? Qué crees que puede pasar si realmente te pones en los zapatos de los otros, entendiendo sus porqués, sus para qué, sus cómo; no juzgándolo y sí respetándolo, aun no estando de acuerdo con ello.
¿Qué pasaría si a tus clientes los tratas conforme a sus necesidades y gustos? ¿Qué ocurriría con tus relaciones personales si fueras capaz de no juzgar y entender al otro? Estamos en unos momentos difíciles, de incertidumbre, ¿no creéis que es buen momento para reflexionar cómo queremos atraer a nuestros clientes? Y lo que es más importante, cómo crear relaciones personales y profesionales basadas en la confianza y la visión de colaboración, sin juicio hacía la otra persona. Ahora sigues pensando que lo ideal es tratar a los otros como yo quiero ser tratado, ¿cómo vas a comenzar a tratar ahora a tus clientes? ¿crees que si comienzas a tratar a los otros como quieren ser tratados, tus relaciones mejorarían?. Te reto a que hagas la prueba y ya me cuentas.
Magda Fernández Abril
CEO Magfera (Consultoría de Gestión de Personas y Proyectos)
Dinamizadora de personas y equipos