MURCIA. El grupo de investigación Ecología y Conservación Marina de la Universidad de Murcia (UMU) ha desarrollado el proyecto MaReFish, siguiendo con las líneas de investigación en el entorno de la reserva marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas. El estudio, llevado a cabo por la investigadora Virginia Sandoval Cánovas, bajo la supervisión del coordinador del grupo de investigación, José Antonio García Charton, "ha demostrado que es posible controlar la pesca marítima recreativa para garantizar que se realice de la forma más sostenible posible", garantiza el investigador.
Con el proyecto MaReFish se ha realizado el primer protocolo de control para el seguimiento de la pesca marítima recreativa en la zona de Cabo de Palos-Islas Hormigas. La aplicación de este proyecto de regulación ha permitido conocer los puntos fuertes y débiles de la demarcación y las posibles mejoras que harán que las normativas sean adaptables a otras zonas del Mediterráneo.
"Las medidas de protección han sido muy exitosas y han dado lugar a una enorme biomasa y diversidad de peces", asegura el profesor. La investigación ha permitido la localización de las zonas sometidas a una mayor carga pesquera en el entorno de la reserva marina; así como la actividad diaria de los pescadores, incluyendo capturas, horas de pesca de ese día, cebo utilizado, coste de la salida, etc. Además, se han estimado las variables ambientales que podrían estar contribuyendo a la distribución espacial del esfuerzo pesquero recreativo (la distancia a puerto, la distancia a distintos tipos de fondo o distancia a espacios protegidos).
El objetivo principal de MaReFish, según apunta la investigadora Virginia Sandoval Cánovas, ha sido la caracterización de la pesca marítima recreativa en esta área marina protegida, tratando de estimar su impacto biológico, ecológico y socio-económico, además del estudio de la relación entre las áreas marinas protegidas y las diferentes técnicas y estrategias desarrolladas por los practicantes de esta actividad".
Cabo de Palos-Islas Hormigas goza de una gran biodiversidad, combina fondos rocosos y arenosos y atesora a la Posidonia oceanica, una planta marina característica del Mediterráneo. Las peculiaridades de la Posidonia ayudan a mantener la integridad del ecosistema, así como incentivar el turismo y las actividades de buceo.
En 1995 se creó la Reserva Marina de Interés Pesquero de Cabo de Palos-Islas Hormigas, en la que se practica tanto pesca recreativa como buceo. El interés que suscita este ecosistema se debe a su importancia ecológica: en Cabo de Palos confluyen aguas del Atlántico y del Mediterráneo, por tanto, la situación geográfica del enclave hace que exista una amplia variedad de especies marinas que cohabitan temporal o permanentemente.
Cada vez es más frecuente el desarrollo y disfrute de actividades al aire libre, como la pesca marítima recreativa, muy extendida en Europa. Casi 9 millones de europeos la practican, lo que genera un gasto estimado en aproximadamente 6000 millones de euros anuales. Algunos estudios apuntan a que el volumen de capturas de la pesca recreativa para ciertas especies podría ser equiparable al extraído por las embarcaciones comerciales, por eso la gestión responsable de la pesca marítima recreativa es ya un objetivo de los responsables de la gestión pesquera a nivel mundial.
"En algunas partes del mundo, las capturas de la pesca marítima recreativa (PMR) son incluidas en las evaluaciones generales de stock y en ocasiones se asignan cuotas separadas para pesca comercial y recreativa", declara la investigadora Virginia Sandoval Cánovas.
El proyecto MaReFish ha sido respaldado y cofinanciado por la Asociación MedPAN. Para hacer el estudio se realizó una revisión bibliográfica de los trabajos publicados en el contexto del mar Mediterráneo relacionados con la pesca marítima recreativa; además, se realizaron diferentes encuestas y partes a pescadores recreativos anónimos para recoger información sobre su situación socioeconómica, sus hábitos de pesca, especies objetivo y sus lugares predilectos para realizar la actividad.
"Si el objetivo es conocer la magnitud real, y no sólo una estimación, de esta actividad, debemos avanzar hacia un modelo en el que la información se recoja de forma sistemática (como ocurre con la pesca), y debemos invertir esfuerzos para conseguirlo de forma eficiente", recuerda José Antonio García Charton.
El grupo de investigación Ecología y Conservación Marina de la UMU se ha integrado en el grupo de trabajo sobre pesca marítima de recreo (GT-PMR). El grupo incluye investigadores de universidades públicas (Santiago de Compostela, Murcia, Oviedo, Girona, Alicante, La Laguna, Las Palmas), organismos públicos de investigación (CSIC, IEO, AZTI), ONGs y técnicos de las administraciones regionales de pesca, así como profesionales de las PMR (en su mayoría asociaciones), y tiene como objetivo unificar esfuerzos, compartir conocimientos y canalizar la investigación sobre la PMR. Actualmente este grupo está realizando una encuesta en las zonas del Mediterráneo para valorar el impacto de la COVID-19 en la pesca marítima recreativa.