Los estudios avalan que este fruto seco puede tener una mayor relevancia en la mejora de la función cerebral. Una dieta rica en flavonoides puede reducir hasta un 20% el riesgo de deterioro cognitivo
MADRID (MP). Cada vez somos más conocedores de los beneficios de los alimentos para nuestra salud. Hace poco hemos sabido que el pistacho es una proteína completa, pero una de las aportaciones clave que nos han proporcionado los últimos estudios sobre él es que es uno de los alimentos idóneos para nutrir la mente y preservarla a medida que envejecemos. Las vitaminas del grupo B que lo componen desempeñan un rol fundamental en los procesos metabólicos que garantizan que el cerebro alcance todo su potencial. ¿Cuáles son las ocho propiedades de los pistachos que alimentan el cerebro?
Introducir cambios sencillos en la dieta puede ayudarnos a prevenir el deterioro cognitivo, sea a la edad que sea. Los estudios ponen de relieve que comer 49 pistachos a diario (unos 28 gramos) contribuye a mantener el cerebro en funcionamiento. Pues, dada su complejidad, este órgano requiere de mucha energía para funcionar de forma eficaz ya que él solo, consume el 20% de las calorías que gastamos diariamente.
Al tratarse de uno de los frutos secos con un perfil nutricional más completo y con una mayor proporción de compuestos orgánicos hidrosolubles gracias a las vitaminas del grupo B que lo componen, el pistacho contribuye al perfecto funcionamiento cognitivo. Ello se traduce en un mayor aporte de energía y optimismo, más concentración a lo largo del día y una mejor salud de nuestro cerebro, en general.
Los estudios demuestran que el pistacho puede contribuir a prevenir y a aumentar la función cognitiva; y, a su vez, a minimizar los trastornos de la memoria gracias a los antioxidantes que estimulan el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. También exponen su gran potencial para mejorar significativamente la concentración y la memoria. Porque incluso en la vejez, el fruto seco feliz (como se conoce al pistacho) puede reducir el daño en el cerebro y contribuir a aliviar la depresión; y, ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cognitivas como el Alzheimer, el Parkinson, la demencia o el deterioro cerebral a largo plazo.
Además de ser una deliciosa proteína completa, los pistachos pueden comerse crudos sin necesidad de preparación y, además, pueden transportarse cómodamente.
Los expertos aconsejan tomarlos preferiblemente, entre horas para optimizar el efecto saciante de la fibra y llegar a las comidas principales sin tanto apetito.