el gato en la talega / OPINIÓN

El mal sueño del cartel de la Semana Santa de Cartagena

17/01/2024 - 

CARTAGENA. ¿Estamos tontos? Me pregunto al ver el "innovador" cartel de la Semana Santa de Cartagena. ¿Nos toman por imbéciles? Sigo preguntándome cuando leo y releo las explicaciones con las que quieren avalarlo. ¿Será que no lo he entendido en su mensaje subliminal respecto a la Semana Santa cartagenera? Me vuelvo a preguntar tras mirarlo desde diversas perspectivas, de cerca, de lejos, de lado y hasta con los ojos de la mente.

El absurdo se ha instalado por unos instantes en el imaginario colectivo pretendiendo que creamos que necesitábamos un cartel de innovación abstracta para atraer turistas. Y que el elegido este año es el que hará esta función. Así va el turismo regional. Porque vamos a ver: ¿qué es lo que hace una persona cuando quiere viajar a un lugar que no conoce? Busca información visual del mismo, de lugares reales que quiere visitar ya sean en fotografías o a carboncillo naturalmente, porque para gastar el dinero y el tiempo personal en adivinar qué se esconde tras una imagen irreal no está el panorama.

Vaya por delante el respeto que merece el artista creador del mismo. Lo que pasa es que de lo que aquí se trata es de aplicar la inteligencia a la hora de vender nuestras procesiones por parte de los responsables de elegir el cartel y ejecutar el procedimiento. Su creador dice que es "puro símbolo"; pues eso, que no se aprecia ni un símbolo que te traiga a la cabeza la Semana Santa de Cartagena. También añade que "si el cartel genera muchos comentarios y opiniones se habrá cumplido con el objetivo de su elección", lo que viene a ser decir "ahí os quedáis con mi simbología y mi objetivo". Debe de ser que opina que hablar de alguien y de su obra es bueno, aunque se hable mal.

"lo miro y me falta la luz mediterránea, el azul; me falta nuestra imaginería, la flor, el color, la brisa; me falta la piedra, la historia, los tambores, la música"

El concurso para elegir el cartel quedó desierto, según la comisión de selección, por no cumplir los estándares de calidad los trabajos presentados, justificando en la importancia de la Semana Santa cartagenera y su proyección mundial la necesidad de elegir un trabajo de calidad. Hasta ahí, normal. El jurado que valoraba las obras en concurso con capacidad de voto se componía de la presidenta de la Junta de Cofradías y de cinco representantes de la Cofradía del Resucitado, con lo que sumaba seis miembros de dicha Cofradía, el secretario de la Junta y dos representantes del Ayuntamiento, de Cultura y de Turismo. Como consecuencia de no haber ganador o ganadora, se decidió mirar para Sevilla y encargar por el ágil procedimiento "a dedo" al taller Daroal un cartel que nos sacara de nuestra visión de paletos, seguramente por aquello de pensar que donde esté Sevilla se quite lo demás. Estaba el aval de que su autor se ha basado en el himno a la patrona de Yecla, quedando sin duda de mucha calidad al pasar de Sevilla a Yecla y viceversa. Esperemos que los seis miembros de la Cofradía cartagenera del Resucitado hayan encontrado su calidad en la visión simbólica y abstracta de la Agrupación de la Aparición de Jesús a los discípulos en el Camino de Emaús, que daba la temática al cartel de este año, en el innovador cartel "piensa en verde".

Abundando en el simbolismo y el turismo, resulta que el cordero lleva puesta la corona de espinas de varias vueltas en un ejercicio innovador impresionante puesto que se trata de Cristo ya resucitado. Respecto al lienzo del fondo, el faro anda por detrás iluminando en tres haces mientras la dársena baña el reposo del cordero y a lo lejos aparece la cúpula de La Caridad, entre otras cosas. Es inexplicablemente de noche, está incluso nublado, aunque todo el tema de la Resurrección e incluso la Cofradía del Resucitado y su procesión salen de día, y el verde eutrófico lo inunda todo. Que eso hace una llamada internacional de la Semana Santa de Cartagena está en las mentes soñadoras o en las que desean justificar sus errores sin reconocerlos. Decía la Sra. alcaldesa que había que hacer un esfuerzo en digerirlo. Me parece que si se carece de gusto, de cultura e historia de Cartagena o si por su trabajo no tiene más remedio que defender lo indefendible, quizá se pueda digerir. Si no, como mucho se puede intentar no mirarlo para no atragantarse sin remedio. 

Pues nada, que esto es una pena, un error, un mal sueño. Una pesadilla que de vez en cuando vuelve y que hay que cortar por lo sano. La Semana Santa de Cartagena es la mejor del mundo, punto pelota. Si esto se sintiese así, un cartel tan lejos de lo que Cartagena atesora en Semana Santa no tendría cabida. Lo miro y me falta la luz mediterránea, el azul; me falta nuestra imaginería, la flor, el color, la brisa; me falta la piedra, la historia, los tambores, la música. Y sí, esta es una opinión personal que puede estar mejor o peor argumentada, pero de lo que no hay duda es de que es una opinión que nace de 50 años como cartagenera y procesionista

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