CARTAGENA. Navantia celebra más de un siglo en la construcción de submarinos en su factoría de Cartagena, situada en la carretera de la Algameca. Desde la Clase B hasta el modernísimo S-80, numerosos submarinos han sido diseñados y fabricados por los trabajadores de esta ciudad, convirtiéndose en el principal referente de la factoría. Ahora, la compañía ha decidido rememorar esta larga historia con una recreación de las siluetas de todos los submarinos construidos y puestos a flote en Cartagena.
El recorrido, a la sombra de los eucaliptos, comienza en la carretera de la Algameca, donde se rinde homenaje al Isaac Peral, el primer submarino que entró en la Armada Española. Aunque este no fue construido en Cartagena sino en Cádiz, el sumergible es todo un símbolo en la ciudad.
A continuación, se encuentran los submarinos de las Clases B y C, fruto de la cooperación de Navantia con los EE. UU. en el sector de la defensa y seguridad. Esta colaboración comenzó hace un siglo con el proyecto de construcción de estas dos clases de submarinos en Cartagena, utilizando diseño y tecnología del astillero norteamericano Electric Boat.
Luego, se pueden ver las naves de la Clase D, una serie compuesta por tres submarinos de diseño y fabricación española. Estos comenzaron a construirse antes de la Guerra Civil por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) en 1932 y fueron finalizados en 1954 por la Empresa Nacional Bazán, precursora de Navantia. Se dice que algunos técnicos de la US Navy comentaban que estos submarinos eran más peligrosos para la tripulación que para el enemigo.
Los submarinos de la Clase S-40 pertenecen a la Clase Scorpène, diseñados por el grupo francés DCNS (ahora Naval Group) y construidos en colaboración con Navantia para varias marinas del mundo, incluida la Armada de Chile. Estos submarinos están diseñados para operaciones de guerra antisubmarina y antisuperficie, así como para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Su diseño modular permite personalizaciones para satisfacer los requisitos específicos de diferentes marinas.
En la década de 1970, Navantia, entonces conocida como Bazán, construyó la Clase Delfín (S-60). Basados en el diseño francés Daphne, estos fueron los primeros submarinos construidos en serie en España. Cuatro unidades fueron entregadas a la Armada Española entre 1973 y 1975: S-61 Delfín, S-62 Tonina, S-63 Marsopa y S-64 Narval. Estos submarinos modernizaron significativamente la flota submarina de España y estuvieron en servicio durante varias décadas.
A mediados de la década de 1980, Navantia comenzó la construcción de la Clase Galerna (S-70), también conocida como clase Agosta. Estos submarinos, más avanzados que la clase Delfín, ofrecían mejor capacidad de inmersión y sistemas de combate más modernos. Cuatro submarinos fueron construidos: S-71 Galerna, S-72 Siroco, S-73 Mistral y S-74 Tramontana, mejorando significativamente las capacidades operativas de la Armada Española.
La recreación callejera también hace un guiño a los submarinos de Clase Scorpène fabricados para las armadas de Chile y Malasia.
El proyecto más ambicioso de Navantia en Cartagena ha sido el desarrollo de la Clase S-80, un submarino de diseño y construcción completamente españoles. El programa S-80 comenzó en la década de 2000 con el objetivo de dotar a la Armada Española de submarinos de propulsión independiente del aire (AIP), permitiéndoles operar durante largos periodos sin necesidad de emerger. El S-81 Isaac Peral, botado en 2021, es el primer submarino de la clase S-80 y representa un gran avance tecnológico. Con un desplazamiento de más de 3.000 toneladas y una longitud de 81 metros, el S-81 está equipado con sistemas avanzados de combate y comunicación, y una planta de propulsión AIP basada en bioetanol y pilas de combustible.
Navantia, a través de esta exposición, no solo celebra su legado histórico sino que también reafirma su compromiso con la innovación y el avance tecnológico en la construcción de submarinos.
