CARTAGENA. El Ayuntamiento de Cartagena reanuda de nuevo la búsqueda de empresas para adjudicar al fin el contrato para el cuidado de las zonas verdes del municipio que salió a licitación a finales del 2021 con un presupuesto estimado de 40 millones de euros. Y es que el proceso tuvo que ser suspendido hasta en tres ocasiones, la última de ellas a raíz de un recurso presentado por FCC donde el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales ha acabado otorgando la razón a la empresa del mexicano Carlos Slim.
FCC que entró a participar en esta licitación conjuntamente con el Ayuntamiento de la mercantil Lhicarsa -recogida de basuras de Cartagena- interpuso recursos especiales en materia de contratación contra su exclusión de los lotes 2 y 4 del procedimiento, correspondientes a la conservación de jardines y arbolado en las zonas del litoral de poniente y Mar Menor y al cuidado de Juegos Infantiles, Biosaludables y Elementos de Calistenia.
Finalmente, la justicia ha decidido estimar estos recursos, de forma que se ha acordado la anulación de la exclusión de FCC de la licitación, para lo que se devuelve al procedimiento al momento anterior a la decisión de dejar a la compañía de Carlos Slim fuera del concurso. En consecuencia, el procedimiento vuelve así a su cauce, lo que tuvo lugar el pasado 23 de junio.
Con el nuevo contrato, el gasto en jardines pasa de los poco más de 5 millones del que esta en vigor (5.129.000 €) a más de 10 millones de euros anuales (10.093.744 euros). La propia alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, explicaba que esa apuesta al multiplicar por dos el presupuesto era para cuidar "más del doble de zonas verdes de Cartagena y especificaba que trata de cubrir en torno al millón y medio de metros cuadrados de zonas verdes de todo el término municipal.
Pero no ha encontrado otra cosa este gran contrato que piedras en el camino, ya que tras salir a licitación se encontró con dos recursos en el mismo mes de octubre, uno de Aseja y otro de STV Gestión, lo que provocó la suspensión cautelar del mismo. Casi sin tiempo para ser resuelto, un nuevo recurso de Asepucar echaba más tierra al mismo. Finalmente, el 5 de noviembre era suspendido. El TACRC, tras estudiar las reclamaciones, levantaba de nuevo la suspensión del procedimiento en enero de 2022.
Pero faltaba un penúltimo escollo y es que se volvía a paralizar en febrero de 2022 por un auto del juzgado de lo contencioso administrativo que le obligaba a hacer efectiva otra licitación anterior, del año 2013 y a la que había renunciado el consistorio al entenderla desfasada e inejecutable. La sala del Tribual Superior de Justicia de la Región de Murcia corregía este auto del juzgado y estimó íntegramente el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento, considerando ajustada a derecho la renuncia municipal a la contratación de 2013 por causas de utilidad pública, ya que nueve años después las necesidades del municipio en materia de jardines eran diferentes.
Hubo que esperar hasta noviembre del pasado año para que se procediera a la apertura de ofertas y la descalificación de FCC en dos de los cuatro lotes, motivo de su reclamación y de una nueva paralización del contrato. Ahora, el procedimiento ha sido reanudado y podrá avanzar finalmente hasta su adjudicación definitiva.