CARTAGENA."-¿Entonces, tengo que pedir turno?", preguntaba una señora. -"No, aquí es la ley del más rápido", explicaba un policía. Su gozo en un pozo, porque llegaba acompañada de su marido, una bolsa con su toalla, algo de picar y la expectativa de pasar un agradable día de playa en la primera jornada en el que se podía dar un chapuzón en la playa sin tener que estar pensando si estaba haciéndolo bien o no.
Pero se encontró con la policía local de Cartagena que había colocado una cinta roja y blanca para impedir que nadie bajara las escaleras que dan acceso a la playa. Allí mismo le informaron que tendría que esperar a que alguien se marchara de los que permanecían en la arena o en el agua bañándose, o bien buscarse una playa más grande y menos transitada si quería darse un chapuzón.
Y es que el acceso a la playa cartagenera se limitó a solo treinta personas y sin franjas horarias, por lo que solo unos pocos privilegiados pudieron entrar, que si bien la jornada no acompañaba del todo por la falta de sol, era un pequeño lujo para aquellos que disfrutaban de la arena, los juegos con los niños, un chapuzón rápido o un lunes de desconexión y relax en una playa normalmente atestada de gente en otras circunstancias.
-"¿Entonces, tengo que pedir turno", preguntaba una señora. -"No, aquí es la ley del más rápido”, explicaba un policía.
Jóvenes en grupo, parejas con niños, matrimonios mayores y amigos se encontraban con la playa cerrada mientras los agentes les aconsejaban marcharse a cualquier otra playa del litoral cartagenero. "Tenemos kilómetros de playas que no tienen estas restricciones", añadía el policía municipal que, con paciencia, respondía a las múltiples preguntas que le hacían cada uno de los que llegaban ataviados con su traje de baño, toalla y silleta al aparcamiento de Cala Cortina.
De momento, los paneles informativos en todas las playas del municipio, en los que se recuerde a la ciudadanía que no se puede sobrepasar un tercio del aforo en cada zona de baño, así como la importancia de mantener las medidas de distanciamiento decretadas por las autoridades sanitarias, no están colocados aunque anuncian su colocación "en breve".
El Ayuntamiento de Cartagena ha diseñado un dispositivo de seguridad, en el que también están colaborando las Fuerzas de Seguridad del Estado, ya que es necesario cubrir los más de 40 kilómetros de playas con los que cuenta el municipio. Así, mientras los agentes de Policía Local y Guardia Civil se encuentran a pie de playa, los voluntarios de Protección Civil recorren las distintas localidades costeras con vehículos dotados con megafonía para informar a los ciudadanos de las normas que deben cumplir a la hora de hacer uso de las playas.
Además, el Consistorio está ultimando el diseño de una nueva aplicación para móviles sobre el estado de las playas, informando, en tiempo real, del estado en el que se encuentran cada una de las playas, si se ha completado el aforo, si hay bandera roja, etc, de forma que puedan planificar su salida.