MURCIA. Si nos detenemos un poco en el folclore popular de la Región de Murcia podremos comprobar que está repleto de seres sobrenaturales, animales míticos y alegorías de elementos a los que el ser humano no puede controlar como son el medio natural, el tiempo, la luz, la oscuridad o los astros del firmamento. Cada cultura ha generado relatos fantásticos para poder enfrentarse a elementos que se escapan del raciocinio de la mente humana y sucesos inexplicables a lo largo de los siglos. Como sostiene Jordán Montes en su artículo Seres Sobrenaturales y Míticos en Comunidades Campesinas Tradicionales, dentro de la Revista Murciana de Antropología (Nº2, 1997), hay zonas en las que surgen seres en donde podemos identificar partes de diferentes animales unidas en uno solo. En el artículo de esta semana proponemos algunos de estos seres que caracterizan el bestiario murciano y que, tal vez, los hayas podido ver o alguien te haya hablado de alguno de ellos en noches de tormenta.
Comenzamos por un ser que por su fisionomía algunos confunden con el minotauro murciano. Es el caso del Cerigüelo, al que se le definía como “torso de toro, cola de bóvido, pezuñas y fuerza extraordinaria”. Era el encargado de producir las lluvias y se decía que se le podía ver en campo abierto y cielo despejado bien entrada la noche. Se contaba que se podía ver por el entorno de la Cueva Negra de Fortuna o en zonas como Mula o Cehegín.
Otro ejemplo de estos seres mágicos es el mojigango, que simbolizaba el fin del invierno y el inicio de la primavera; con cuerpo de paja, ropas viejas y adornado por ramas verdes, flores y verduras que representarían partes del cuerpo humano. Llevaba un cencerro en el cuello y en ocasiones era portado sobre un asno. Era una figura muy típica en los carnavales murcianos del siglo XIX, objeto de burlas y poemas sarcásticos. Una vez que terminaba su deambular, se le bajaba del burro y se le manteaba hasta que su carne de paja de descoyuntaba; tras ello, el mojigango o pelele era arrojado a una balsa donde se terminaba por deshacer. Este ritual podemos interpretarlo como la destrucción del invierno, de lo viejo, dando la bienvenida a lo que está por llegar.
Otra figura que queremos destacar es la paparajota, con la cabeza de zorra y el cuerpo de serpiente. No confundir con el postre típico murciano elaborado con hojas de limón. Documentado este animal a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX en la Murcia aldeana, vemos también que era el terror de los pastores, pues su plato favorito eran las cabras y ovejas. Es un ser que podemos rastrear por multitud de culturas, como la peruana, en donde apreciamos un ser muy similar al que se describe en la tradición popular murciana, pero eso sí, en los siglo II al VIII de nuestra era. Lo cual nos lleva a pensar en que las diferentes culturas que han habitado nuestro planeta a lo largo de la historia se encuentran unidas por un imaginario en donde seres muy parecidos poseen relatos muy diferentes. En esta cultura americana, por ejemplo, este ser se encuentra en los ríos ciénagas y pantanos; de fuerza sobrehumana, se alimenta de seres humanos, a quien los enreda son su cola y los devora bajo las aguas.
Para terminar nos llama la atención el alicornio, documentado en zonas del altiplano como Yecla y Jumilla. Se trata de un ánima o demonio envuelto en una planta rodadora que aparece en los días de fuertes vientos buscando arrebatarle el alma a los transeúntes. Para evitarlo lo mejor es hace la señal de la cruz cuando estemos pasando por estos caminos o recitar una oración consagrada a la Virgen María pidiéndole su protección.
En estas líneas sólo aportamos una pequeña muestra de todas las tradiciones que atesoramos en nuestra tierra y que puedes encontrar no en los libros sino en las mentes de nuestros abuelos, quienes, a su vez tampoco los leyeron en las páginas de un cuento, sino más bien en las voces de sus ancestros. De cada uno de nosotros depende, en gran medida, que estos seres sobrenaturales no caigan en el olvido y que sigan formando parte de nuestro imaginario colectivo.
* Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural'
