CARTAGENA. Es de común conocimiento que Bonilla, el candidato del PP que prefiere que lo llamen Juanma, ganará las elecciones andaluzas. Aunque no llegará a la mayoría absoluta, su estilo casi socialdemócrata le ha permitido captar incluso votos socialistas. Mientras que su victoria constituye una certeza, sobre los demás candidatos se ciernen las siguientes ominosas dudas, La primera, ¿obtendrá Espadas, el candidato socialista, menos de los 33 diputados que logró Susana Díaz? Muchos opinan que, aunque parte del demérito se debería a sus colegas, que están dificultando la inserción laboral y educativa de muchos andaluces imponiéndoles barreras lingüísticas en sus comunidades bilingües, sobre él recaería todo el peso de la derrota, pero no es del todo cierto: si Espadas bajase del umbral de los 30, se abriría una crisis de Gobierno en España.
Otra sí. ¿Acumulará Teresa Rodríguez, de la formación andalucista Adelante Andalucía, tantos diputados como la comunista Inma Nieto, de Por Andalucía, una coalición de Podemos, IU, Más País, Equo y otros dos partidillos? El proyecto de Yolanda Díaz, que ya venía desgastado por la desunión mostrada al elaborar la candidatura andaluza, se vería lastrado antes de nacer si no lograse Inma una rotunda victoria sobre Teresa.
"HAY Dos opiniones en el PP: la oficialista prefiere que Cs se esfume; la alternativa QUIERE mantenerlo con vida artificial"
Y más, ¿Obtendrá Juan Marín, el candidato de Ciudadanos (Cs), suficientes escaños para revalidar el Gobierno de coalición con el PP? El Aparecido le envió un mensaje elogiando su intervención en los debates y Juanma ha declarado que lo incluiría en su Gobierno si obtuviese al menos 2 diputados. Si no logra ni eso, el edificio de Cs amenazaría ruina total. ¿Se abriría entonces una demolición controlada? Dos opiniones se confrontan en el PP: la oficialista prefiere que Cs se esfume para acaparar todos los votos posibles; la línea alternativa se inclina por mantenerlo con vida artificial con vistas a pactar y que ayuden así a eludir a Vox. Todo depende de Andalucía.
Por último, es seguro que Macarena Olona, la candidata de Vox, sacará más votos y escaños que en la cita anterior, pero es probable que no tantos como esperaban. Con aplomo declaró que, si Juanma necesitase tan solo un voto de Vox, no gobernaría si no la incluye en su equipo. Según Espadas, fue una declaración de amor, pero, matiza el Aparecido, en la modalidad de "o mía (la Vicepresidencia), o de nadie". En este caso la pregunta es si cumplirá Olona su amenaza. O, si lo prefieren los paseantes, ¿mantendrá Olona su promesa?
Todo lo anterior es bastante bien sabido, pero aportará el Aparecido tres detalles menos comentados. El primero es la importancia que la manzanilla, la alcohólica bebida de la patria chica de Marín, Sanlúcar de Barrameda, ha tenido en el debate andaluz. Poco ha ayudado a Inma Nieto que Irene Montero haya prescindido, en plena campaña, de Amanda Meyer, una histórica de IU en Andalucía e hija del todavía más histórico comunista andaluz Willy Meyer, con tanta solera que su esposa (y madre de Amanda) pertenece a la familia propietaria de la manzanilla La Gitana. Ellos la degustan, pero la que pagará el pato de esas rencillas será la tranquila Nieto. Y ahí no acaba la cosa. Resulta que Olona ni siquiera fue capaz de aclarar, a pregunta de Marín, si sabe hacer torrijas, dato al parecer fundamental para gobernar en Andalucía. Ante su silencio, se jactó el vicepresidente de hacerlas muy bien y, además, con manzanilla. Así que la manzanilla, en catavinos o en torrijas, está asociado a sendos ásperos pulsos de fuerza: el que han mantenido las de Podemos, Montero y Belarra, con las IU, Meyer e Inma, y el que se han echado Olona y Marín.
Segundo detalle. Suele creerse que lo decisivo será que la ventaja del PP sobre Vox es tan escasa como para hacer casi inevitable que pacten, lo que incomodaría tanto a Juanma como a Feijóo. De hecho, la principal apuesta de los socialistas, una vez asumido que perderán las elecciones, es forzar ese pacto para ayudar a Sánchez a ganar las próximas elecciones españolas. Aunque Curro Ferraro, director del Observatorio Económico de Andalucía, se ha sentido impulsado a pedir, en el Diario de Sevilla, que se abstengan los socialistas para que el PP no se vea forzado a pactar con Vox, ya han declarado los aludidos que no "lo harán ni muertos". Su gran esperanza es ese pacto, que también es la diana del análisis de muchos comentaristas. Piensa el Aparecido, por el contrario, que lo verdaderamente ilustrativo sería que le faltasen a Juamna tan pocos diputados para llegar a la mayoría absoluta que pusiese a Olona en el trance de permitirle gobernar en solitario (o con Marín) o, alternativamente, cumpliendo su proclama, sumar sus votos a los de la izquierda para bloquear el nombramiento de Juanma. Ese escenario sería extremadamente informativo. El más interesante de todos.
Tercer detalle. Nuestro presidente regional, Miras, también visitó Andalucía, pero no se prodigó y se limitó a defender la necesidad de agua en aquellos lares. Pues bien, la respuesta a la pregunta de si Olona cumplirá su amenaza afectará mucho al futuro del PP en esta región. En particular, a Miras, como se verá en otro Pasico. Es fácil comprender que, si las previsiones electorales se cumplen, el futuro de Juanma depende en gran medida de la firmeza de Olona a la hora de ejecutar su anuncio; menos obvio es que también el futuro de Miras podría depender de ese factor. Saboreando un catavinos de manzanilla en rama, atentos a la jugada, que repercutirá en esta tierra.
JR Medina Precioso