MURCIA. Por fin se ha acabado una lucha, que ha durado tres años y que tenía como objetivo proteger la trilladora casi centenaria de Los Dolores. Y es que se ha llegado a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Murcia y Joaquín Belmonte, su propietario, apoyado por la Asociación Bicihuerta Torreaguera, la Federación de Peñas Huertanas, Edime Ingeniería y ASAJA.
Hace tres años, Joaquín Belmonte solicito la autorización para construir un cobertizo para proteger la trilladora que heredó de sus familiares y que posiblemente se fabricó en los años 20 del siglo pasado por las industrias Ajuria de Vitoria. La dirección general de Patrimonio Cultural un tiempo antes la catalogó por su relevancia cultural, lo que obliga al propietario a su mantenimiento.
La paradoja es que el Ayuntamiento denegó el permiso para la constitución de la instalación junto a la vivienda familiar de los Belmonte en Los Dolores. Joaquín, incrédulo, solicitó ayuda a la Asociación Bicihuerta de Torreaguera, la cual ha colaborado con él en la tarea de reconducir el proceso. Una de las medidas que se tomó, además de diferentes campañas, fue que la trilladora no participase en el Bando de la Huerta. Finalmente, el Ayuntamiento ha abordado una posible solución.
Tras otra presentación de solicitud y proyecto a la administración, y otra negación del mismo y otra vez vuelta a empezar, está vez se unieron a la reivindicación la Federación de Peñas Huertanas y ASAJA. Tras varias reuniones, la última producida el 4 de septiembre, el Ayuntamiento y Joaquín Belmonte, con la intermediación de los citados colectivos, llegaron al acuerdo definitivo para autorizar la construcción de un cobertizo de protección para la trilladora adaptado a la ordenanza urbanística especial de la huerta.
Con este acto de conciliación se cierra un episodio, que ha durado más de tres años y que garantizará que la trilladora tenga vida para rato.