MURCIA. ¿Alguna vez te has preguntado cuándo surgieron los villancicos? ¿Y cúal ha sido el primer villancico documentado en nuestra región? Ya te adelanto que nada tiene que ver con la Navidad.
Es cierto. Los villancicos son cánticos populares que narran historias, características, sucesos o elementos destacables de los pueblos, aldeas, ciudades y las antiguas villas (de ahí su nombre). Algunos historiadores sitúan su origen en las cantigas de Alfonso X, encerrando en sí mismos un saber popular o un hecho destacado que no se debe perder por una determinada importancia, como es el nacimiento de Jesús. Será entonces, la tradición oral, en momentos en donde normalmente no se sabía ni leer ni escribir y que desde luego los libros apenas existían y desde luego no se leían sino que se cantaban, la encargada de custodiar este legado.
Tendrán que pasar muchos siglos para poder hablar de villancicos religioso. Antes, los hayamos en época medieval, tal y como explica la filóloga Silvia Iriso en El gran libro de los villancicos. La variedad y asimilación temática favoreció la popularidad de estas canciones, pues "prácticamente cualquier cosa podía ocupar un estribillo: la noticia de la toma de Granada, la nostalgia de la patria...", aunque el tópico amoroso siguió siendo el más prolífico durante todo el siglo XVI.
Cuenta en su libro que la iglesia vio en el villancico una fórmula perfecta para difundir y propagar su mensaje. Además de componer algunos inspirados en la figura de Jesucristo o de la Virgen, se extendió también el recurso de sustituir la letra profana por una sagrada con la indicación de "cántese al son de" o "al tono de", seguido del título de algún famoso villancico de la época. El éxito de esta nueva modalidad llevó a la jerarquía eclesiástica a oficializarla y a permitir que los villancicos de temática religiosa se fueran interpretando poco a poco en las iglesias como parte de la liturgia.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los villancicos alcanzaron una gran sofisticación musical. En ellos se llegaron a incluir coros, solistas e incluso representaciones escénicas, con lo que algunos llegaron a convertirse en pequeñas piezas teatrales.
Con el tiempo, los religiosos más puristas comenzaron a repudiar la teatralidad y el carácter de los villancicos porque, como decía el sacerdote Pietro Cerone, "distraían a los oyentes de la devoción". A finales del siglo XVIII, los antiguos villancicos fueron poco a poco fundiéndose con otros géneros, como la tonadilla, y mucho más tarde con la zarzuela.
En el siglo XVII, Alfonso María de Ligorio (1696-1787), escribió uno de los villancicos más famosos y que es considerado como el primer villancico moderno: Tu Scendi Dalle Stelle (Tú desciendes de las estrellas) y ese es el considerado primer villancico de la historia en España teniendo su origen en Nápoles. Puedes escucharlo en el enlace (https://youtu.be/68mCdwb4A3k?si=qjd5RRLPv5L1k8vX).
* Santi García es responsable de Rutas Misteriosas