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seleccionado entre más de diez mil trabajos

Acento murciano en el Festival de Sundance con 'Shirampari', el corto producido por Chémi Pérez

15/12/2022 - 

MURCIA. Es la primera vez que el trabajo de un murciano forma parte de la Selección Oficial del prestigioso Festival de Sudance, la cita más importante del cine independiente a nivel mundial. Este logro lo ha conseguido el lorquino Chémi Pérez como productor del cortometraje documental Shirampari, herencias del río (una coproducción España-Perú), que cuenta la historia de un niño de la Amazonía peruana que debe pescar un pez gigante para comenzar su viaje a la edad adulta.  La cinta de 15 minutos, dirigida por la limeña Lucía Flórez, ha tenido que competir con un total de 10.980 cortos presentados al certamen estadounidense, de los que solo 64 han sido seleccionados. 

Chémi Pérez (Lorca, 1992) acudirá a Utah, Estados Unidos, entre el 19 y el 29 de enero del próximo año para presentar la cinta en Sundance. "Este proyecto, que nos llevó hace más de un año a las profundidades de la selva amazónica, vuela ahora a Sundance para mostrar una realidad que nos resulta más familiar de lo que podríamos esperar", ha afirmado el lorquino, que forma parte de la productora española Cabo Sur, encargada también de la distribución de la cinta.

Shirampari narra la historia del líder indígena Arlindo y de su hijo Ricky. Para convertirse en adulto en su comunidad ashéninka, el niño deberá pescar por primera vez un bagre gigante usando solo un gancho. Durante los quince minutos del filme el espectador acompañará a padre, hijo y otros miembros de la comunidad nativa Dulce Gloria mientras intentan lograr su objetivo por el río Yurúa.

Una joya de la naturaleza que hay que conservar

El trabajo, realizado colaborativamente con sus protagonistas, se ha convetido en un cortometraje observacional e intimista, que habla de la importancia de enseñar a conservar una de las pocas joyas de la naturaleza que aún quedan.  Además, "en este momento en el que el Perú está tan fraccionado, son importantes historias como la de Ricky, que nos recuerdan lo que nos hace iguales. Todos podemos conectar con la necesidad de Arlindo (su padre) por dejar un legado", señala la directora Lucía Flórez.

"Rodar en la Amazonía es uno de los mayores retos a los que un equipo de cine puede enfrentarse", ha asegurado Chémi Pérez, quien añadía que "a pesar de la situación pandémica y de las muchas complicaciones que encontramos por el camino, la comunidad de Dulce Gloria y la destreza de los miembros del equipo técnico hicieron posible que encontrásemos esos espacios mágicos en los que se rodó Shirampari".

Yurúa es una de las áreas mejor preservadas de la Amazonía peruana y hogar de uno de los últimos pueblos indígenas en aislamiento voluntario del mundo y de seis étnias indígenas. Allí se encuentra la comunidad nativa llamada Dulce Gloria, poblada principalmente por la etnia ashéninka. Visten su tradicional cushma, un vestido de una sola pieza fabricada con hilo de algodón nativo o tocuyo; y a modo decorativo, cada mañana, se aplican un tinte natural de color rojizo -procedente del fruto de un arbusto denominado achiote- con el que se dibujan bellos y originales diseños geométricos. 

Llegar a Yurúa no supuso una tarea fácil para el equipo de rodaje, que tardó varios días en alcanzar el lugar de rodaje. "Fueron dos aviones, noches en medio de la selva, un viaje en bote de cinco horas río arriba y una larga caminata hasta el campamento", recuerdan. Tal vez por eso, añaden, "muy poca gente conoce su existencia, su riqueza natural y su gran diversidad cultural". No obstante, también cuentan que "mientras filmábamos la historia de Ricky y su padre Arlindo, excavadoras entraban en comunidades cercanas. Lamentablemente, más conexión significa más tala ilegal y más amenazas para conservar un paraje tan único".

Estrenado en el IBAFF de Murcia

La primera vez que este trabajo sobre la selva amazónica se proyectó en una gran pantalla fue en Murcia, en el marco del Festival de Cine Internacional IBAFF. A partir de ahí comenzó una andadura internacional por países como Alemania, Polonia, México, Brasil y Estados Unidos gracias a reconocidos certámenes como DOC NYC, DOK Leipzig y Shorts México. Además, ha recibido premios a mejor cortometraje en Lima Alterna (Perú) y en Amazonia (Fi)Doc (Brasil).

Las productoras Cabo Sur (España) y El Taller.pe (Perú) consiguieron financiación internacional para esta película que tiene como inversores a National Geographic Society, la fundación estadounidense 10 Arts Foundation, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), el fondo para el desarrollo de Naciones Unidas PNUD y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado Peruano (Sernanp).

El lorquino Chémi Pérez estudió en la Universidad Carlos III de Madrid y luego cursó el máster en estudios de cine contemporáneo en la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona). Gracias a una beca Fulbright consiguió llegar a Los Ángeles, donde ha estudiado dirección de cine en la New York Film Academy. Antes de dirigir proyectos de ficción también desarrolló documentales en países como México, Guatemala y Argentina y trabajó como redactor de vídeo para la revista PlayGround de Barcelona. Ha dirigido cortos de ficción como L.A. Kelly, Equinoccio y Wolf Country, rodado en Los Ángeles

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